Jujuy por se moviliza por trabajo, salarios y contra la reforma constitucional anti derechos de Gerardo Morales mientras James Cameron denuncia una emboscada del Gobernador de Juntos por el Cambio.
La ciudadanía jujeña sigue movilizándose masivamente en contra del gobierno de Gerardo Morales, sus políticas de ajuste y la propuesta de reforma constitucional antiderechos.
Por un lado, hace una semana la provincia vive multitudinarias movilizaciones de la comunidad educativa que viene reclamando por salarios dignos hace una semana con paro y marchas, a las que se sumaron trabajadores estatales. Recordemos que el básico de un maestro inicial es de $34 mil pesos y en las redes circulan innumerables copias de recibos de sueldo de profesores que no superan los 80 mil pesos.
A esto se suma en esta semana que se inicia hoy, las movilizaciones de protesta en contra de la intentona de reforma constitucional que quiere llevar adelante el ejecutivo de Juntos por el Cambio.
Con la consigna “Basta de ajuste. Arriba los salarios. Abajo la reforma”, las vecinas y vecinos jujeños, que adhieren a la protesta de los docentes, se movilizarán hasta la plaza Belgrano, frente a Casa de Gobierno, de la capital de la provincia.
Los antecedentes de Morales en cuanto a su accionar poco democrático y republicanismo son para repensar: apenas asumió la primera gestión el gobernador radical amplió de 5 a 9 el número de integrantes del Superior Tribunal de Justicia, e ingresaron tres jueces con antecedentes partidarios radicales: Beatriz Altamirano, Pablo Baca y Federico Otaola, actual presidente del ST. Los dos primeros fueron antes diputados provinciales y como tales habían aprobado el proyecto de ampliación del máximo tribunal provincial y luego juraron como vocales de este tribunal; en tanto que Otaola fue candidato a vicegobernador de la UCR.
A principios del año 2020 se conocieron audios del titular del Superior Tribunal de Justicia, Pablo Baca, donde admite que la dirigente social Milagro Sala está presa “no por sus delitos, sino para que no tengamos que volver al quilombo permanente, a los cortes, a la quema de gomas”, y sobre las presiones que recibía por parte del titular del Ministerio Público de la Acusación, Sergio Lello Sánchez, ejercía sobre los jueces.
A esto podemos sumarle. y como dato no menor la persecución política contra dirigentes sociales, con el proceso amañado contra la dirigente social Milagro Sala como ejemplo máximo y los planteos que vincularían a una veintena de familiares del gobernador de Juntos por el Cambio con el ejecutivo.
En este contexto y con estos antecedentes Morales avanza con este proyecto de reforma, conocido apenas ocho días antes de iniciada la Convención Constituyente, que eliminaría las elecciones de medio término, recortaría la libertad de expresión, y establecería “vías rápidas y expeditivas” para terciar a favor de titulares registrales en la disputa de tierras con comunidades originarias, entre otros tantos aspectos que poco tienen que ver con la democracia, el respeto a la división de poderes y el republicanismo.
Desde amplios sectores de la vida social y política se viene denunciando la falta de publicidad de las sesiones, además de que se llegó a prohibir la palabra a convencionales, no hay registro taquigráfico de las comisiones, las cuales no son públicas y casi no hay difusión de las discusiones.
Por otro lado se elimina las elecciones de medio término, renovándose “en forma total cada cuatro años, pudiendo sus miembros ser reelectos por un periodo consecutivo.” Y como dato sumamente llamativo establece que “el partido que obtenga la mayoría de votos en las elecciones para Gobernador (obtendrá) la mitad más uno de las bancas de la Legislatura”.
De la misma manera prohíbe “cortes totales de calles y cortes de ruta, así como toda otra perturbación al derecho a la libre circulación de los habitantes de la provincia y sus consecuencias legales” y establece “la responsabilidad política y jurídica de aquellos representantes y funcionarios públicos que incentiven, inciten, impulsen o promuevan, por acción u omisión, el surgimiento de grupos que vulneren la paz social y la convivencia democrática pacífica”.
James Cameron, director de Avatar y Titanic, cruzó a Gerardo Morales
El reconocido cineasta James Cameron denunció que se sintió “emboscado” en su visita a Jujuy y responsabilizó directamente al gobernador de la provincia y precandidato a presidente en la interna de Juntos por el Cambio, Gerardo Morales, de haber querido utilizar su imagen para promocionar la extracción de litio.
“Irónicamente, el resultado de todo esto es que ahora tengo conciencia del problema y a través de mi fundación ayudaremos a la cuestión de los derechos indígenas con respecto a la extracción de litio”, dijo Cameron a la prensa en Buenos Aires, el viernes por la noche.
James Cameron había viajado a la Argentina para participar en una conferencia sobre sustentabilidad en Buenos Aires. “Creí que había venido aquí a pronunciar una especie de discurso motivador sobre causas ambientales”, indicó el director de grandes éxitos cinematográficos como Avatar y Titanic.
Como parte de su visita, el cineasta fue a Jujuy para visitar una gran planta de energía solar con el gobernador Gerardo Morales. Según denunció, nadie le dijo que el litio formaría parte de la discusión. Ante esto, Cameron recibió una carta que le envió un grupo de 33 comunidades indígenas de la zona para pedirle que se reuniera con ellos para explicarle su oposición a los proyectos de extracción de litio.
“Siento que caí en una emboscada”, dijo Cameron después de un encuentro con ambientalistas locales. Además, aseguró que desconocía la controversia en torno a la extracción de litio. “Siento que me introdujeron en una óptica de cuyo significado yo no tenía conciencia”, insistió.