ESCUCHÁ LA RADIO EN VIVO

Víctor Manuel Fernández será el nuevo prefecto para la Doctrina de la Fe

PAPA

Actualmente, Fernández (60 años) se desempeña como arzobispo de La Plata; rol que cumple desde el año 2018 y será reemplazado desde mediados de septiembre por el cardenal jesuita Luis Ladaria Ferrer.

“Como nuevo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe te encomiendo una tarea que considero muy valiosa. Tiene como finalidad central custodiar la enseñanza que brota de la fe para dar razón de
nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan”, expresó Francisco en una carta publicaba este sábado junto con la designación.

El Dicasterio que para la Doctrina de la Fe tiene como función “ayudar al Romano Pontífice y a los obispos a proclamar el Evangelio en todo el mundo, promoviendo y tutelando la integridad de la doctrina
católica sobre la fe y la moral, sobre la base del depósito de la fe y también buscando una comprensión cada vez más profunda de esta ante los nuevos interrogantes”, señaló el Papa, “en otras épocas llegó a
utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente”.

Cabe destacar que dicho nombramiento responde a la cercanía y afinidad intelectual con el Sumo Pontífice, siendo uno de sus pilares para la escritura de documentos pontificios como las exhortaciones de 2013 Evangelii gaudium; la de 2016 Amoris Laetitia y la de 2018, Gaudete et exsultate. Autor de numerosos libros y publicaciones, fue rector de la UCA a partir de 2009, también impulsado en ese rol por el entonces arzobispo Jorge Bergoglio.

“Fuiste decano de la Facultad de Teología de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Teología y sos presidente de la Comisiónde Fe y Cultura del Episcopado argentino, en todos los casos votado por tus pares, quienes de ese modo han valorado tu carisma teológico”, destacó Jorge Bergoglio.

También le pidió que como Prefecto dedique su empeño personal de modo más directo a la finalidad principal del Dicasterio que es “guardar la fe”, y que esté atento a un criterio fundamental: “…considerar
inadecuada cualquier concepción teológica que en último término ponga en duda la omnipotencia de Dios y, en especial, su misericordia”.

“Nos hace falta un pensamiento que sepa presentar de modo convincente un Dios que ama, que perdona, que salva, que libera, que promueve a las personas y las convoca al servicio fraterno”, deseó Francisco.

“Sabés bien que hay un orden armonioso entre las verdades de nuestro mensaje, donde el mayor peligro se produce cuando las cuestiones secundarias terminan ensombreciendo las centrales. En el horizonte de
esta riqueza tu tarea implica además un especial cuidado para verificar que los documentos del propio Dicasterio y de los demás tengan un adecuado sustento teológico, sean coherentes con el rico humus de la enseñanza perenne de la Iglesia y a la vez acojan el Magisterio reciente”, se despidió el Papa en el texto.

Por su parte el arzobispo manifestó: “Compartí una semana con Francisco. Trabaja el día entero. Tiene audiencias y reuniones a la mañana y a la tarde. Trabaja más horas que cualquiera en el Vaticano.
Lo ven cansado tras 5 horas con cosas densas pero después de la siesta estaba perfecto y feliz”.