Samuel Alito y Paul Singer quedaron en la mira tras la exposición de la congresista demócrata de Estados Unidos, Alexandria Ocasio-Cortez, quien acusó de corrupta a la mayoría conservadora de la Corte Suprema de ese país. Uno de los fallo que ejemplifican esta acusación y donde Paul Singer como titular del fondo buitres NML se vio favorecido, fue el de 2014 cuando los supremos rechazaron una apelación del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner dejando firme un fallo del juez Thomas Griesa que obligaba a pagarle la deuda en un pago y en efectivo a aquellos fondos que no habían ingresado a los sucesivos canjes.
La vinculación de los acusados se vio reflejada en una investigación periodística de una agencia de noticias, donde se denunció que Alito compartió un viaje de pesca con Singer a principios de julio de 2008 en el lujoso albergue King Salmon Lodge de Alaska que, presuntamente, costaba más de mil dólares por día. Según la agencia, llegaron allí en un jet privado y todos los gastos fueron pagados por Singer. El problema fue que Alito no informó sobre el viaje de pesca en jet privado en sus declaraciones financieras anuales, lo cual constituye un delito en los Estados Unidos.
Por este motivo, Ocasio-Cortez, volvió con un nuevo discurso en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y dijo: “Tenemos una corrupción extraordinaria y una compra al por mayor de miembros de la Corte Suprema. También me da risa lo que recién escuchamos del lado Republicano: ‘¿Por qué queremos hablar de esto?’ Porque las mujeres perdieron el derecho a decidir, porque comunidades indígenas perdieron derechos, porque las minorías perdieron derechos, porque los trabajadores en todo el país perdieron derechos por este nivel de corrupción”.
A su vez, la congresista demócrata señaló que “el millonario que generosamente financió este viaje fue Paul Singer, quien hizo negocios con la Corte por lo menos diez veces y la prensa legal y los medios de comunicación ocultaron su participación”. Allí se refirió directamente a la causa de los “fondos buitre”: “En 2014 de hecho, el Juez Alito, junto a la Corte Suprema, acordó resolver un asunto vital luego de una batalla legal de décadas entre los fondos de cobertura de Singer y Argentina”.
“¿Creen que Alito se autoexcluyó de este caso?”, argumentó, indicando que “no se excluyó del caso e incluso usó su lugar en la Corte Suprema, después de todo esto, para fallar a favor de Singer. Luego de la decisión, al fondo de cobertura del señor Singer le pagaron finalmente 2.400 millones por este fallo. No fue una mala ganancia luego de la inversión en aquel viaje de pesca”.
El caso, por otro, lado tiene notables coincidencias con el viaje a Lago Escondido con jueces, fiscales, funcionarios de Cambiemos y CEOS de medios de comunicación que se realizó en Octubre de 2022. Si bien intentaron desmentirlo, lo cierto es que a Bariloche viajaron, los magistrados Julián Ercolini, Pablo Yadarola, Pablo Cayssials y Carlos Mahiques. También lo hicieron el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro; el fiscal general de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques; el consultor, Tomás Reinke; y un exhombre de Inteligencia, Leonardo Bergot.
Todos llegaron juntos para ser recibidos en el aeropuerto por Pablo Casey, sobrino de Héctor Magnetto y director de Asuntos Legales e Institucionales del Grupo Clarín y el CEO del grupo empresario Jorge Rendo, quienes habrían oficiado de anfitriones durante el fin de semana que compartieron en la residencia de Joe Lewis en Lago Escondido.
Un modus operandi que ratifica que el lawfare existe tanto en el Norte como en el Sur y que los juicios contra nuestro país, por ejemplo país por YPF, están sospechados cuanto menos de parcialidad.