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Superávit de enero: el logro de la gestión a costa de la baja en subsidios y jubilaciones

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El Centro de Economía Política (Cepa) difundió un informe fiscal que advierte que el superávit registrado en enero se consiguió a través de un “desplome” en los gastos asociados a subsidios, prestaciones sociales, jubilaciones y obra pública.

Contrario a esta premisa, el ministro de Economía Luis Caputo celebró días atrás los datos que arrojaron un superávit fiscal en el primer mes de 2024 acuñando los resultados como un logro de la gestión; sin embargo, no detalló sobre quiénes cayó el ajuste para conseguir ese resultado en las cuentas públicas.

Fue así que, gracias a un estudio del Cepa, se pudo identificar las diferentes variables que derivaron en este escenario: un superávit fiscal de $2 billones, intereses de deuda pagados que treparon a $1,5 billones y el superávit financiero a $0,5 billones.

Tales montos se deben a la caída de casi el 40% de los gastos, resultado de reducciones en las prestaciones sociales, la obra pública y los subsidios; y en menor medida al alza de 0,7% en los ingresos, producto de los impuestos al comercio exterior, que se beneficiaron por la devaluación y los cambios regulatorios como la suba del Impuesto País.

A su vez, todos los subsidios mostraron en ese mes una disminución en términos reales. Los asociados a la energía cayeron un 77% a raíz de la falta de transferencias. Mientras tanto, los gastos en intereses de la deuda se incrementaron un 26% en términos reales.

“El superávit finalmente fue mayor al esperado explicado por la ausencia de gestión del Estado, el congelamiento en las partidas de gasto, el no pago de los subsidios de energía y la licuación de las partidas vinculadas a prestaciones sociales”, advirtió el Cepa en las conclusiones de su informe.