Luego de una extensa sesión de 29 horas y 20 minutos, que fue la segunda más larga de la historia, sólo superada por 31 horas y 21 minutos de la sesión de la Ley Ómnibus, la Cámara de Diputados aprobó el extenso y amplio proyecto de ley autodenominado Ley de Bases, a partir del cual el gobierno de Javier Milei intentará dar institucionalidad el rumbo de su gestión.
Para ello, necesita aún la aprobación en el Senado, pero ya tiene medio camino realizado en la búsqueda de desregular la economía y organismos estatales, eliminar derechos laborales, privatizar empresas nacionales, la apertura de mercados en detrimento de la industria nacional, supresión de derechos jubilatorios, y el establecimiento del Impuesto a las Ganancias para más de un millón de trabajadores.
Cuesta encontrar algún capítulo o artículo de la referida ley que beneficie directa o indirectamente al conjunto de la población, mucho menos a los sectores de clase media y baja, que son los que están pagando el ajuste y las políticas libertarias.
En términos fiscales, de aprobarse esta ley, pagarán el impuesto a las ganancias quienes cobren a partir de $ 1.800.000 en bruto o, en neto, un salario de $ 1.494.000. Sin embargo, se propone que a quienes blanqueen su dinero en el exterior hasta 100.000 dólares no tendrá costo alguno, sin importar de donde viene ese dinero. También, se planteaba eliminar el monotributo social que dejaría a 1.200.000 personas automáticamente en la informalidad y sin obra social, por ejemplo.
Tras un pedido de la oposición se dieron 90 días para pensar alguna propuesta superadora a la presentada por el oficialismo. Finalmente, se modifica el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes donde se establece como primera categoría un tope para los ingresos brutos anuales de hasta $6.450.000, un patrimonio de superficie física de hasta 30 metros cuadrados, un consumo de energía eléctrica anual de hasta 3.300 KW y un piso de monto de los alquileres devengados de hasta $1.050.000. Más impuestos para los que menos tienen, más exenciones para las grandes fortunas.
En este orden, se aprobó la derogación de la moratoria previsional por medio de la cual aquellas personas, que no habían podido completar sus años de aportes(por ejemplo, porque sus patrones no cumplieron con sus obligaciones de aportes)y deseaban tener un plan de pago y así poder jubilarse, ahora ya no podrán hacerlo. Ahora, quienes no tengan los años de aportes necesarios sólo podrán acceder a los 65 años, y cobrarán sólo el 80 por ciento del haber mínimo, independientemente de la cantidad de años que hayan aportado, y siempre que puedan demostrar que se encuentran en una situación de vulnerabilidad social.
Por otro lado, se declara la emergencia en materia administrativa, económica, financiera y energética por el plazo de un año y se le otorga superpoderes al presidente Javier Milei para tomar decisión absoluta sobre muchos organismos y dependencias estatales, como así también se le da la facultad de privatizar empresas públicas, como Aerolíneas Argentinas, Radio Nacional y la TV Pública, entre otras.
Por último, queremos señalar las reformas laborales. Para ello, nos hacemos de un trabajo Matías Maito y Juan Manuel Ottavianode, del Programa de Capacitación y Estudios sobre el Trabajo y el Desarrollo (CETyD-EIDAES-UNSAM): “La reforma laboral busca que trabajadores en empresas de hasta 5 empleados pasen a la formalidad, pero por una vía alternativa. El camino no sería el tradicional, que implica encuadrarlos correctamente bajo una relación de dependencia y, de este modo, reconocerles el conjunto de derechos que son propios de esa relación (salario definido por paritarias, protección contra el despido arbitrario, aguinaldo, licencias, vacaciones pagas, etc.). Por el contrario, la reforma busca legalizar la situación de esos trabajadores a través del monotributo. En consecuencia, se empezará a considerar que un trabajador está correctamente registrado si, en lugar de percibir un recibo de sueldo, todos los meses emite su factura como monotributista. Además, aquellos trabajadores que están correctamente registrados en unidades de hasta cinco empleados podrían ser despedidos y recontratados como independientes”.
La reforma laboral también amplía notablemente las atribuciones que tienen los empleadores en una relación de trabajo: para contratar de manera precaria, para despedir, se amplía el período de prueba, se legalizan los despidos discriminatorios, se amplía la posibilidad de usar el fondo de cese laboral, una alternativa a la indemnización que elimina el efecto disuasorio de esta última y aumenta la rotación laboral.
En los aspectos referidos a los recursos naturales, las noticias tampoco han sido positivas; este martes se aprobaron cambios en la legislación de hidrocarburos, donde las petroleras ya no tendrán la obligación de abastecer el mercado interno de crudo y gas en primer lugar, sino que podrá exportar directamente, incluso con el riesgo de dejar desabastecida la plaza local. Como consecuencia irremediable, esta medida llevará a que el precio interno de los combustibles sea el que se plantee al exterior, y lo que no pueda venderse aquí porque será caro para los argentinos, se venderá al exterior.
Otro cambio radica en que el Ejecutivo se abstendrá de intervenir y fijar precios, algo en lo que ya había legislado el megadecreto de necesidad y urgencia (DNU) de Javier Milei a fines de 2023. Sin embargo, Carbajales también duda de si YPF, que seguirá siendo 51% estatal, no terminará terciando en la fijación de precios de venta, como sucede en la actualidad del gobierno libertario, cuando se dosifican los aumentos para evitar un mayor impacto inflacionario, a pedido del ministro de Economía, Luis Caputo.
Este proyecto de Ley Aprobado en Diputados deberá de pasar aún por el Senado, quizás el menos popular de los ámbitos legislativos, si bien fue quien frenó la primera embestida anarco colonial del gobierno de Javier Milei, y que es ahora la última cuota de esperanza ante el intento de entregar la soberanía nacional, y de explotación de los trabajadores como no se hacía desde hace más de un siglo.