En uno de los informes de la bolsa de comercio de Rosario se dio a conocer que el consumo interno de carne vacuna está en su nivel más bajo en más de cien años, mientras que la demanda externa sufre una importante caída de precios.
Este jueves por la mañana, acercamos a una carnicería de barrio en Berisso para dialogar con algunos clientes, entre ellos con Zunilda, una jubilada que se encontraba en el comercio y compartió su realidad: “Ha bajado muchísimo mi consumo de carne”.
Ello se debe a la suba de precios de la carne vacuna, ante lo cual mostró su preocupación por el contexto particular diciendo que “estamos pasando un momento muy difícil, pero vamos a darle un poco de esperanza al presidente”.
De todos modos, reconoció que “es todo un problema salir a comprar; tengo una jubilación mínima y trabajo porque si no no me alcanza. Mis hijas me ayudan también y con eso estoy sobreviviendo”, subrayó.
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