Cerrando un ciclo de entrevistas dedicado a la defensa de la Universidad pública, dialogamos con el ingeniero químico y egresado de la UTN, Carlos Banfi, quien compartió su historia de vida y pasión por una profesión que hoy como jubilado recuerda con mucha nostalgia.
De origen “muy humilde” comentó que sus padres no tuvieron la oportunidad de terminar el primario. Algo que él pudo revertir gracias a la educación pública, primero en la Escuela N° 4 de calle 13 y 60, luego en el Albert Tomas donde se recibió de técnico químico y, por último, en la UTN que le dio la posibilidad de estudiar ingeniería química y trabajar.
“Mi vieja siempre me decía que estudiara, algo que siempre me gustó, y estoy agradecido especialmente con la UTN por su sistema de funcionamiento, que nos permitía asistir a las clases y llegar a una tener una profesión que me dio todo lo que tengo”, manifestó, “y el orgullo de haber pertenecido a la tecnológica no me lo saca nadie”.
“Estoy orgulloso de haber pertenecido a la empresa más grande de Argentina. YPF para mí fue todo y la UTN fue la llave de toda mi vida, la que me permitió tener una familia y seis nietos que son divinos”, expresó emocionado.
En este sentido, recalcó: “Los pasamos por YPF sabemos de la importancia que tiene, no sólo como una empresa de energía sino como una parte fundamental de un plan que le permite al país desarrollarse. La energía es un recurso que necesitamos para el desarrollo del país, para poder tener planes de gobierno respaldados con sustentabilidad”.
Por eso, la marcha de hoy “es fundamental por el financiamiento universitario y porque hay un montón de razones para salir a la calle, desde los jubilados, los despidos del Estado hasta el desfinanciamiento de la cultura. Estamos un poco atomizados, y faltaría algo que nuclee para que salgamos todos”.
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