Así fue como tituló la Magíster en Educación, Claudia Bracchi, luego de una jornada intensa cargada de subjetividades que se resumen en una lucha por la defensa de la Universidad pública frente a un gobierno nacional que insiste en restringir los derechos de las y los argentinos.
La marcha federal que se replicó a lo largo y ancho del país es algo que “incomoda al gobierno”, porque “la respuesta que hay por parte del conjunto de la sociedad es fuerte”.
Lo cierto fue que se trató de una marcha multitudinaria, producto de la unión del conjunto de las Universidades, los gremios docentes y no docentes.
“Estar en la Universidad es una decisión política y las cuestiones no son individuales sino un derecho colectivo; entonces, lo que se manifiesta es la Universidad como esa posibilidad que contribuye al desarrollo del conocimiento”, explicó.
Respecto al veto, indicó que se trata de una decisión que toma el presidente de la Nación ante una discusión que ya se dio en el Congreso; y cuando se plantea el tema del financiamiento pareciera que no hay plata “pero para otras cosas sí hay plata”.
Otra de las cuestiones a señalar es la necesidad de “instalar una agenda que no es la de la Argentina, como la de arancelar la educación”.
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