El 2025 no se ha iniciado de la mejor manera para la Gestión de Fabián Cagliardi. Ya había cerrado el año anterior de una manera no muy positiva, con la presentación y aprobación de un presupuesto que deja incógnitas, dudas y bastante para analizar y deducir sobre el modelo de ciudad que añora el intendente berissense.
En los meses de verano en la ciudad ribereña no se privó de salir en medios nacionales a fuerza de intentos de linchamientos y baños colectivos de vecinos en sedes municipales por falta de agua; hubo también intimaciones gubernamentales y judiciales al intendente municipal, algunas nunca respondidas y otras con devolución ante intimación final de la justicia; suicidios juveniles y la publicación de trabajo de opinión pública donde se indica el gran descontento con la gestión; escrache a una funcionaria la cual poco apoyo recibió, fundamentalmente “del uno”, entre otros acontecimientos.
Se caen las hojas abriendo paso al otoño, y con ellas se desploman las intenciones ejecutivas de no dar cuenta a la comunidad de los datos públicos. Cagliardi, intimado por la justicia, y luego de varios años de intentar no dar lugar al acceso a la información pública, tuvo que brindar el listado de funcionarios, empleados y cooperativas que están en relación de dependencia o vinculados. El listado fue presentado de manera manual, (no digital, en pleno siglo XXI), y de manera desprolija, con lo que pareciera una intentona de entorpecer toda lectura o análisis.
A pesar de ello, a simple lectura surgen elementos muy interesantes: el crecimiento de la planta, el salario acusado de funcionarios, muy por debajo del que cobran; las fechas de inicio de la relación de dependencia o contratación de personas que no se constatarían en la realidad; la existencia de funcionarios que se decía eran ad honorem y aparecen cobrando; la asimetría de incorporación de personal entre diferentes áreas: por ejemplo, Asuntos Políticos (que tuvo muchos ingresos) y seguridad (con apenas un par de ingresos); la aparición de alguna que otra periodista; la extensa lista de personal en áreas (como cultura) que no se contrapone con el nivel de la gestión.
En editoriales venideras abordaremos tanto el presupuesto como lo surgido del listado de personal y cooperativas entregado a la justicia. Mucha tela para cortar frente a lo rotundo de los datos, que dan a entender el proyecto de ciudad que diagrama y ejecuta la gestión de Fabián Cagliardi, donde pone las prioridades y donde gasta los recursos de los berissenses.
Mientras tanto, se conoció esta semana otro informe de opinión pública que da cuenta de la mirada de los vecinos sobre lo realizado por el Ejecutivo local a casi seis años de gestión.
El trabajo realizado por la Consultora Punto D aborda el segundo ítem de preocupación surgido de una primera encuesta realizada, que es la obra pública. Las y los vecinos, sin dejar de reconocer que tanto los gobiernos provinciales como nacionales deberían de llevar adelante obras de infraestructura trascendentales para la ciudad descargan en el municipio, la incapacidad de realizar obras menores y de calidad para el bienestar de la comunidad.
Vamos a dejar algunos datos que surgen de la consulta:
• 7 de cada 10 vecinos opina que hacen falta obras de envergadura en la ciudad.
• 8 de cada diez vecinos manifiesta que el municipio no realiza obras menores que podría afrontar.
• Más del 75% de las calles se encuentran en mal estado.
• Hay en la ciudad 1 bache de relevancia o magnitud cada 350 metros.
• Se destaca el mal estado de los espacios públicos de recreación (plazas, Parque Cívico)
• Una de cada tres rampas de discapacidad se encuentan dañadas o en pésimas condiciones.
• En el estado de la veredas, que si bien es responsabilidad de los frentistas, se encuentra otro ejemplo del malestar de las y los vecinos. En la Avenida Montevideo entre las Calle 4 y la 30, hay cinco metros cuadrados intransitables por cuadra, por mano.
• El 20% de los postes en la vía pública se encuentran en mal estado.
• De los cerca de 290 paradas de transporte público de la ciudad, el cual es utilizado por el 43% de la población, la mayoría se encuentra en estado de deterioro o abandono, esto es paradas sin techo, sin luces, sin refugio, etc. El caso de las paradas seguras y totems sigue generando controversias, ya que sumado al desconocido criterio de distribución y ejecución, los vecinos al ser consultados dudan o desconocen su funcionamiento, y al ser comparados con los que se implementaron en ciudades cercanas se profundiza el enojo.
• Una de cada cuatro alcantarillas está en con un gran caudal de basura o bloqueadas.
Llama la atención, que lo que parecía iba a ser un eje altamente positivo de la gestión de un contratista del estado, como es Fabián Cagliardi, termine siendo un punto flojo de su tarea al frente del municipio.
En este contexto, el cagliardismo ha empezado a pensar cómo encarar una campaña electoral donde la comunidad esta procesando un profundo malestar, no ya con los políticos sino con “la política”. No hace falta dar cuenta de esto con solo ver quien ocupa el mayor cargo ejecutivo nacional, y pensar en las causas de este presente. Gran parte de sus funcionarios definen esta labor como algo “va a ser difícil pero con las obras que venimos haciendo los vecinos nos van a votar”. ¿Realidad? ¿Desconocimiento? ¿Incredulidad? En unos meses lo sabremos.
Pero el Intendente, por estas horas, no sólo se debaten en cómo encarar a las y los vecinos, sino también en resolver los problemas en el frente interno. El cagliardismo ha dejado de ser algo homogéneo, si es que alguna vez lo fue. Lo cierto es que los fuegos de artificio que sólo se veían puertas adentro del palacio municipal han empezado a trascender la esfera pública. Escraches públicos a funcionarios; discusiones internas en la propia agrupación del intendente; reiterados errores no forzados del intendente al tiempo que plantea su absoluto apoyo a Axel con las reiteradas críticas a quien hasta hace poco era su conductora indiscutida, Cristina Fernandez de Kirchner; funcionarias y funcionarios denunciados por malos tratos; la distancia con ex intendentes que, si bien carecen de una aceptación pública trascendente, son parte de su construcción política y han posibilitado su llegada al sillón de 5 y 166; la nula contención política producto de su forma de “conducción” y la casi segura imposibilidad de reelección han profundizado las tensiones internas.
Los problemas con la seguridad, la recolección de basuras, el manejo de las tierras municipales, el estado de las calles, entre otros problemas de gestión terminan de completar un cuadro para nada fácil para el oficialismo.
Como corolario, esta semana fue denunciado el Concejal Tonio Ligari por la directora de una de las guarderías presentes en la ciudad de Berisso, la cual desempeña la misma función desde hace más de 6 años. Según declaraciones a este medio, “Ligariquería que se ponga a una mujer como que está trabajando en la guardería, cuando la misma no se presenta a la institución desde el 2021.” Ante la negativa de la directora, la cual consideró el pedido como algo irrisorio e imprudente, el concejal “comenzó a los gritos con insultos”. Dicha denuncia ya se radicó en la Comisaría de la Mujer, poniendo en autos a las autoridades del área de Mujer, Género y Diversidad municipal que seguirán el caso, respetando el curso que dictamine la justicia. También se solicitó una perimetral.
Resta ver ahora el accionar del ejecutivo que ya recibió el repudio enérgico a los hechos denunciados por parte del Bloque de Juntos, mediante un Proyecto de Resolución, pidiendo el apartamiento inmediato de Ligari hasta que la justicia esclarezca la situación, un pedido de informes al Ejecutivo sobre las actuaciones en curso y el eguimiento de las medidas de protección para la denunciante.
Habrá que ver el accionar y las respuestas, no sólo del intendente sino de sus funcionarias, fundamentalmente las responsables de la Secretaría de Desarrollo Social, la Dirección de Mujer y Derechos Humanos. De la misma manera, se espera por estas horas el proceder de los sindicatos de los trabajadores municipales.
Seguramente se obrará acorde a la legislación y los protocolos establecidos, tratando de no distorsionar las mismas según el color político de la persona violentada, o quien es denunciada o denunciado, toda vez que ese mal proceder derriba, ensucia y entorpece los avances realizados por la comunidad en políticas de género y violencia. Algunos antecedentes nos convocan a dudar, pero preferimos esperanzarnos en este reciente caso, máxime en la semana en que se inauguró, casi paradójicamente, una plaza denominada “Mujeres del Progreso”.
Pero no todo es oficialismo en las huestes “peronistas” o “kirchneristas”. A quienes no fueron contenidos, no coinciden, y claramente esperan competir en contra, se los ve algo activos, tratando de acumular dentro de la militancia, y de poner nervioso a Cagliardi y sus seguidores. ¿Cuánto de esto sirve para conmover a las y los vecinos? ¿Qué proyectos se están pensando para solucionar las problemáticas concretas de la comunidad? ¿Los une la idea de ciudad o el anticagliardismo ? ¿Hay algo nuevo o esperanzador allí?
Por el lado de la oposición no peronista, no se encuentran mayores gestos que los de disentir, criticar, o intentar fiscalizar la gestión de Cagliardi. Resta ver qué nivel de unidad y madurez política se encontrará como para construir una alternativa programática seria.
La realidad política de Berisso parece debatirse entre los disparos autoinfligidos por el oficialismo, con una gran capacidad para generar noticias negativas, y la oposición, que al no poder dar cuenta tampoco de acciones trascendentes, parecen ser el espejo convexo en el que se mira Fabian Cagliardi y sus seguidores, viéndose más grandes de lo que son en realidad.
 
				