En la última sesión del Honorable Concejo Deliberante de Berisso, se aprobó la Rendición de Cuentas correspondiente al ejercicio 2024. El debate expuso marcadas diferencias entre el oficialismo y la oposición respecto al uso y control de los recursos municipales.
El concejal de Unión por la Patria (UxP), Juan Ignacio Mincarelli, presidente de la Comisión de Hacienda, destacó que la rendición “no tiene argumentos sólidos para una desaprobación” y elogió el trabajo de los equipos técnicos y municipales que produjeron un informe de más de 1500 páginas. “Es un trabajo profesional de excelencia”, aseguró, y subrayó que “como instrumento público, cuenta con transparencia”.
Mincarelli defendió la gestión local frente al contexto económico nacional: “En 2024 el gobierno nacional decidió no enviar recursos a la provincia de Buenos Aires”, y destacó que, a pesar de eso, “la administración pudo sostenerse con millones de pesos menos”.
Por parte de la oposición, el presidente del bloque de Juntos, Matías Nanni, manifestó su desacuerdo con el análisis oficialista y señaló la “falta de herramientas para ejercer el control”, entre ellas, la clave RAFAM. “No podemos acompañar esta Rendición de Cuentas. Se jactan de tener superávit, pero los problemas estructurales de la ciudad persisten”, dijo, en referencia a calles en mal estado, recolección de residuos e infraestructura básica.
Desde Juntos por el Diálogo Federal, Maximiliano Fernández coincidió con la necesidad de mayor acceso a la información: “Presentamos una nota solicitando la clave RAFAM. Es cierto que se avanzó, pero no tuvimos éxito. Sobra plata, pero no sabemos para qué”. También pidió la presencia del secretario de Economía, Ramiro Crichulck.
La edil de La Libertad Avanza – Todo por Argentina, Melisa Aguilera, fue categórica al decir que “No vamos a avalar esta rendición. El presupuesto crece, pero no mejora la calidad de los servicios. Es un manejo desprolijo y sospechoso”.
Desde el oficialismo, Gabriel Marotte, presidente del bloque UxP, defendió la gestión: “Conocemos al dedillo los problemas, pero muchas obras estructurales requieren recursos que no están llegando del gobierno nacional”. Respondió a las críticas afirmando que las observaciones del Tribunal de Cuentas “se responden como corresponde” y que “ordenar y achicar la deuda es un trabajo serio”.
En respuesta, Fernández sostuvo que “la realidad es indiscutible, aunque se la quiera maquillar” y que la administración no está priorizando las necesidades de los vecinos.
El concejal Patricio Yalet, de Juntos, se sumó al reclamo por la falta de acceso a información y criticó las condiciones del Concejo. “Es fundamental tener Internet para que un legislativo funcione, y no está funcionando”, acusó.
Mariana Astorga, también de Juntos por el Diálogo Federal, estructuró su intervención en tres conceptos: humildad, arbitrariedad y utopía.
El concepto de humildad fue dirigida a Mincarelli ya que “No se puede hablar de humildad cuando remarcas algo propio; en este recinto vivimos una arbitrariedad, no puede ser que las autoridades no le hayan llamado la atención a Marotte al hablar de otro expediente y de contestarle a los vecinos que ya no estaban”, y utopía porque “para este Concejo algo imposible es la clave RAFAM y el acceso a Internet”.
“Hablar de superávit mientras faltan obras es tan ficticio como bajar la inflación mientras suben los precios”, enfatizó.
Por su parte, la concejala de Juntos por el Futuro, Natalia Moracci, felicitó al intendente por reducir la deuda al 2%, mientras que Antonio Ligari (UxP) valoró la capacidad del municipio para avanzar con obras financiadas con recursos propios.
En su cierre, Fernández volvió a insistir en la necesidad de discutir las prioridades de gasto, porque “El número puede ser lindo, pero los vecinos siguen reclamando obras que no se hacen”.
La sesión también estuvo marcada por momentos de chicanas. La edil oficialista Nadina Brizzi respondió con dureza a los dichos de la libertaria Melisa Aguilera, quien había calificado de “sospechoso” el manejo de la administración. “Si no tiene pruebas que no diga eso, porque es una falta de respeto”, expresó Brizzi, y agregó con ironía: “Si Milei anuncia que las obras públicas llegan a la ciudad, me cambio a La Libertad Avanza”.
Por su parte, Mariana Astorga (Juntos por el Diálogo Federal) cruzó a la concejala Natalia Moracci, quien había accedido a la clave RAFAM. “Parece que cuando una concejala está por cambiarse de banca, aparece la clave RAFAM”, disparó. Y criticó: “Si para acceder a la información tenemos que ir a sacarnos una foto con Roldán o con el intendente en la sede del PJ, estamos errados”.
La sesión concluyó con fuertes cruces y un escenario político que deja expuesta la polarización en torno al manejo de los recursos y el acceso a la información pública.