El periodista y conductor de Sin lugar para los débiles, Fernando Borroni, definió el escenario político tras la sentencia de la Corte Suprema y los seis años de prisión para Cristina Fernández de Kirchner.
“La proscripción política a Cristina debe ser un punto de quiebre, como también debió ser un punto de quiebre su intento de asesinato. Así que dolorosamente la historia ya no sabe cómo mostrarnos al pueblo argentino cómo va la cosa, porque las situaciones se repiten y cada vez que hay un dirigente el poder real va por ello”, comenzó exponiendo, asegurando que “este es el tiempo del pueblo, de organizarse, discutir política y ser una firme oposición sin grandes avenidas del medio que no sirven para nada”.
Citando la nota de Clarín a Eduardo van der Kooy, donde el periodista le advierte a Javier Milei que el próximo puede ser él, puso en evidencia que la causa a Cristina marca un antecedente de que “el poder real se va a llevar puesto todo, a todos aquellos que no le cumplan tal cual pide el propio guion de ese poder real”.
A la par, señaló que hay dirigentes que se dejan adoctrinar muy fácil y otros que no; entonces, sin dudas “este hecho nos va a revelar ante qué dirigencia política estamos, porque muchos del peronismo salieron a decir que ‘unieron al peronismo’, pero no nos tenemos que quedar con eso. Hoy estamos en el día del shock, del golpe, y creemos que algo se va a despertar, pero cuando Perón fue al exilio se partió en cuarenta el peronismo”.
En este sentido, planteó que si bien la ex presidente ahora tendrá un rol de “oráculo”, muchos están viendo quién va a conducir el peronismo. “Va a ser un punto de quiebre si el pueblo lo decide y si la política está a la altura de la circunstancia, sino va a pasar como pasó con el atentado”, determinó.
“Axel es en quien el pueblo argentino está depositando la esperanza de construir lo que viene. La actitud del gobernador habla de su altura política y es lo que la dirigencia necesita; Axel es muy coherente porque está donde tiene que estar”, reflejó, y planteó que Axel tiene la posibilidad de construir un frente.
Lo mismo con la actitud de ciertos referentes de la izquierda como Cristian Castillo, Myriam Bregman y Nicolás del Caño, que fueron hasta la casa de Cristina y consideró como “algo extraordinario”.
El desafío de estos tiempos es que el Partido Justicialista se plantee como un lugar de resistencia, la cual exige una acción política.
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