En diálogo con FM TresCiudades, el artista plástico Daniel Santoro reflexionó sobre el presente del peronismo, el rol de Cristina Fernández de Kirchner, las capturas ideológicas y la tensión entre conducción y unidad. Un pensamiento cargado de imágenes, historia y alertas políticas.
“La conducción no puede ser parcial; el peronismo se conduce o no se conduce”, expuso Santoro, como quien acaricia y golpea al mismo tiempo, con tono pausado, describiendo imágenes que parecen salidas de sus cuadros, y con una pregunta clave que sobrevuela como como eje de la charla: ¿Cómo se reconstruye lo roto?
Con décadas de trabajo sobre la iconografía peronista, el artista expuso declaraciones filosas y aseguró que “el problema estructural del peronismo es la conducción”, y que ese problema está atado a otro que es “la captura ideológica”. Para él, ni la izquierda ni la derecha pueden encasillar una fuerza que nació como movimiento y que todavía hoy, con sus tensiones internas, busca unificar criterios sin perder su heterogeneidad.
Sobre el retorno de Cristina Fernández al centro de la escena política, planteó una posibilidad: “Es probable que se pueda pensar una unidad real y pasar por encima de los ideologismos. El drama siempre fue la captura ideológica, que lleva a forzar la realidad para que encaje con una idea previa”.
En este punto cintó al Papa Francisco para decir que “la realidad es superior a la idea” y cuestionó a los gobiernos, ya sean de izquierda o de derecha, que intentan “acomodar la realidad a su esquema ideológico”. “Eso es lo que hace este gobierno, con su sobregiro ideológico, como si estuviera leyendo el manual de Steve Bannon”, agregó.
Para Santoro, el kirchnerismo es parte constitutiva del peronismo. “Decir que el kirchnerismo no es peronismo es automutilarse. Todos los procesos que vinieron después de Perón, como el menemismo o el kirchnerismo, forman parte del peronismo. Nos guste o no, son parte de nuestra historia y de nuestras responsabilidades”, determinó.
En ese sentido, remarcó que el enemigo político evitó mencionar al peronismo y atacó sólo al kirchnerismo, ya que “hay una operación clara de querer descalzar al kirchnerismo del peronismo, pero nosotros no podemos prestarnos a eso”.
Por otro lado, consideró como necesario “darle sensatez al capitalismo.” Esa es, para Santoro, la misión histórica del peronismo; es decir, no abolir el sistema, no renegar del mercado, sino introducirle un principio misericordioso que lo relativice. Para él, el peronismo “es la forma más sensata en que puede prosperar el capitalismo, con controles, con reparto, con sensibilidad social. No se puede ser peronista y estar en contra de la acumulación de riqueza.”
Declaración que está vinculada a la crisis actual y a la aparición de “fantasmas” como Javier Milei, que “es una anomalía, como lo sería que ganara el Partido Obrero. Es resultado de nuestros propios errores. Pero detrás de ese personaje hay una ofensiva real contra los íconos populares, contra la memoria, contra el Estado mismo, y el objetivo de fondo sigue siendo acabar con el peronismo”.
A lo largo de la entrevista, Santoro fue hilando conceptos que cruzan política, semiótica y espiritualidad. Un ejemplo de ello es que peronismo no debe comportarse como una fuerza “anticapitalista infantil”, que debe negociar con los poderes económicos sin perder su voz propia. “No podemos pelearnos con todos al mismo tiempo, hay que tener estrategia. No ser policías ideológicos, y menos aún jugar el juego que propone el enemigo”, indicó.
“Tal vez los chinos entendieron algo del peronismo; hay ahí una forma de administrar el capitalismo con sentido colectivo, aunque sea en una cultura que no compartiría. Pero ojo, si hay algo que el peronismo tiene para ofrecer al mundo es eso, un modo de organizar la economía con misericordia”, visualizó, para luego insistir en que “el peronismo es una invención nuestra, una herramienta que hay que seguir reinventando. No es ni de izquierda ni de derecha. Es, en todo caso, nuestro propio mundo ideológico”.
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