En Cueste lo que Cueste dialogamos con Alicia Terry, integrante de la Vianda Pastoral Social de La Plata, quien describió el trabajo cotidiano que realizan desde la parroquia de Nuestra Señora de Pompeya y otras organizaciones, para dar respuesta al aumento sostenido de personas en situación de calle o con ingresos que no alcanzan ni para comer.
“Es sumamente triste, hay mucho sufrimiento. Entre lo que entregamos en la puerta de la parroquia y lo que repartimos, estamos haciendo entre 150 y 180 viandas”, señaló Terry.
Aunque no todos los acercan viven en la calle, muchos atraviesan situaciones extremas; de hecho, algunos pagan una pensión “pero no les alcanza para comer”, y es por eso que buscan un lugar donde haya almuerzo, abrigo, o alguna ayuda.
La organización entrega viandas los lunes, y los sábados el grupo reparte café y acompaña en las recorridas. En coordinación con otros colectivos, Iglesias y voluntarios, logran que haya asistencia alimentaria todos los días de la semana. “Prácticamente está cubierta la semana con una vianda diaria. Nosotros no podemos todos los días, pero estamos en contacto con quienes sí pueden”, explicó la referente.
Además del alimento, el equipo ofrece un ropero solidario cada 15 días y asistencia con ropa, calzado y abrigo. “Vamos a visitar a la gente donde duerme, les llevamos mantas. Si se acercan a la parroquia, vemos qué necesitan y dentro de lo que tenemos, se lo damos. Es complicado, porque la ropa hoy también se vende usada, entonces conseguir donaciones no es tan fácil”, describió.
Uno de los puntos fundamentales del trabajo de la Pastoral Social es ofrecer espacios de higiene, algo que suele ser inaccesible para quienes viven en la calle: “Tenemos un lugar para bañarse y desayunar los viernes a las 10 de la mañana en la casa parroquial de 2 y 60, al lado del Banco Nación. Y los sábados en la parroquia de Pompeya (69, entre 19 y 20), también hay baños disponibles. Va muchísima gente después de la vianda. Para ellos, poder bañarse o afeitarse es recuperar la dignidad. Es como ser otra persona”.
También se destacó el trabajo de la Cruz Roja, que realiza operativos de salud y vacunación en los puntos donde actúa la pastoral, además de entregar kits de higiene personal.
Consultada por los paradores disponibles en la ciudad, Terry explicó que durante el operativo invierno se habilitaron espacios para pernoctar: “Hay uno para hombres en 7, entre 36 y 37, y otro para mujeres en 14, entre 54 y 55. Ambos tienen bastante capacidad”.
Sin embargo, no todas las personas acceden a estos refugios, porque hay quienes no quieren ir por distintos motivos, problemas de salud mental o sienten más seguridad en los lugares donde están acostumbrados a dormir. Algunos se refugian en hospitales o en la terminal “aunque a veces los dejan quedarse y otras veces los sacan”.
La presencia de jóvenes en situación de calle también es una constante. Terry indicó que muchos de ellos tienen problemas de consumo o vínculos familiares rotos. En Pompeya asisten jóvenes o adolescentes. La mayoría dice que no consigue trabajo, y se mantienen a la espera de algún plan o ayuda, pero la adicción también está muy presente y resulta “una de las problemáticas más graves”.
Finalmente, Alicia se refirió a aquellos que lograron acceder a una pensión pero no pudieron sostenerla: “A veces logran alquilar una pieza, pero si pierden el trabajo o sube el precio, vuelven a la calle, y más desarmados todavía. Una vez que conseguís una cama, volver a la calle es más duro”.
En ese contexto, el número de personas asistidas sigue creciendo. “En el casco urbano de La Plata estamos ayudando a unas 150, 180 personas. Sabemos que hay quienes manejan cifras mayores o menores, pero más de 100″, aseguró.
La realidad que describen desde la Vianda Pastoral Social es cruda, pero también es reflejo de un compromiso firme, de estar presentes, acompañar y sostener a quienes más lo necesitan.
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