ESCUCHÁ LA RADIO EN VIVO

“No va a estar bueno”

569689.jpg

El economista y docente universitario Martín Sotiru se refirió a las políticas económicas del gobierno nacional, la falta de reservas, el regreso de las retenciones y el rumbo incierto que plantea la dupla Caputo-Sturzenegger.

“La búsqueda constante del gobierno son los dólares”, afirmó Sotiru al analizar el mensaje del ministro de Economía, Luis Caputo, quien sugirió (en un nuevo capítulo del llamado “plan licuadora”) que los argentinos deberían comenzar a gastar sus ahorros en moneda extranjera. La referencia a “Ramón” que necesita dólares para pagar el alquiler y “Federico” que viaja al exterior, ejemplifica la desigualdad de una economía en la que “el 10% vive en modo Mundial de Clubes, mientras el resto se ahoga con los gastos básicos”.

En ese contexto, el especialista advirtió que “se están dilapidando entre 1.000 y 1.500 millones de dólares para mantener la flotación del tipo de cambio” y que el gobierno “se queda sin reservas” en una carrera sin fin para cumplir las metas con el Fondo Monetario Internacional. “El FMI este mes va a revisar las reservas. El gobierno pedirá un waiver (perdón) para evitar sanciones. Y para el Fondo, todo lo demás lo están haciendo bien, entre muchas comillas”, ironizó.

A su vez, se diferenció de los analistas que agitan el miedo a una confiscación: “No creo que se baraje algo como chupar los dólares físicos de la gente. Ya está demostrado que esas medidas generan daños irreversibles, y no creo que ese sea el camino”. Aunque también reconoció que con Caputo y Sturzenegger en el gabinete “se puede esperar cualquier cosa”.

Respecto a las retenciones, explicó que el gobierno bajó temporalmente algunas alícuotas con el único objetivo de adelantar liquidaciones del agro y conseguir divisas frescas, porque “fue una especie de dólar soja encubierto. El campo aprovechó la ventana y ahora se espera que ingresen entre 4.000 y 5.000 millones de dólares; la jugada le salió bastante bien al gobierno, pero ya agotó esa herramienta”.

La lógica que sólo beneficia a quienes integran la cúpula financiera, se mantiene a la espera de nuevas definiciones del gobierno y de la evaluación del FMI. “Yo quiero tirar buena onda, pero no nos va a ir bien. No va a estar bueno”, cerró como mensaje para quienes no integran el 5% de la clase acomodada.