Tras obtener media sanción en el Senado bonaerense, el proyecto que habilita las reelecciones indefinidas de legisladores, concejales y consejeros escolares generó una fuerte disputa institucional y política. Mientras el oficialismo busca acelerar su tratamiento en Diputados, sectores opositores denuncian irregularidades en la votación y piden retrotraer la decisión.
En la Cámara Alta, el proyecto fue aprobado con 22 votos a favor y 22 en contra, con una abstención. Fue la vicegobernadora Verónica Magario quien desempató, pero ahora se cuestiona su accionar. Según denuncias por parte de Ritondo explica que el reglamento interno establece que ante un empate debe convocarse a una nueva votación antes de que la presidencia intervenga.
“En lugar de desempatar, Magario debía haber llamado a repetir la votación. Recién si se repetía el empate, entonces sí podía intervenir”, sostienen desde sectores que se oponen al avance de la reelección indefinida. El artículo en cuestión sería el 102 del reglamento interno del Senado.
La abstención clave fue de María Florencia Ventura, legisladora libertaria que integra el bloque Unión Renovación y Fe. La polémica técnica se suma al rechazo de algunos sectores del oficialismo, como el Frente Renovador, cuyo senador Rubén Eslaiman votó en contra.
El proyecto fue impulsado formalmente por la senadora Jésica Durán, cercana al gobernador Axel Kicillof, y tuvo el apoyo de La Cámpora y gran parte del oficialismo. En Diputados, la situación es más compleja: hay más bancas, más actores involucrados y los tiempos son ajustados. El 9 de julio vence el plazo para presentar alianzas y el 19 para las listas.
Aunque se había anunciado una sesión para esta semana con el objetivo de que el proyecto tomara estado parlamentario, finalmente no se convocó. “Está complicado en Diputados. No solo por la negociación política, sino porque hay quienes ahora quieren que se retrotraiga todo lo que se votó en el Senado”, advirtieron fuentes legislativas.
Mientras tanto, en el peronismo bonaerense se agudiza la rosca. Las reuniones entre el gobernador, Máximo Kirchner y Sergio Massa buscan ordenar el frente de cara al cierre de listas. El sábado se realizará un encuentro clave en Merlo, tras una puja entre sectores que querían trasladarlo a La Matanza.
Desde el espacio de Kicillof, el Movimiento Derecho al Futuro, reclaman tener un apoderado propio para el cierre de listas. “Es quien pone el último gancho el 19 de julio a las 23:59. Hoy no tenemos un apoderado que nos represente”, plantean.
También se discute la posible candidatura de figuras no tradicionales en la tercera sección electoral, como Martín Redrado, aunque por ahora se trata solo de versiones. Pero el candidato más firme es el intendente de Lomas, Federico Otermin, quien tendría un aval más serio y que mide muy bien en las encuestas.
Mientras tanto, los armadores políticos trabajan en distintos escenarios como lo son una lista de unidad, listas conjuntas sin unidad formal, o la ruptura. Desde el sector de Kicillof insisten en que “no se puede seguir sin respetar el lugar del gobernador”.
Todo esto sucede en un contexto de alta tensión, donde la reforma que permitiría la reelección indefinida funciona como catalizador de internas, desconfianzas y reposicionamientos de cara a las elecciones.