Durante el fin de semana se desarrolló una nueva edición de la Fiesta del Vino de la Costa en Berisso, organizada por la Cooperativa de la Costa y diversas instituciones locales. El evento volvió a contar con una gran afluencia de público y múltiples actividades, aunque los organizadores reconocieron que las ventas no estuvieron al nivel de años anteriores.
En diálogo con el programa Cueste lo que Cueste, Claudia Sepúlveda, tesorera de la Cooperativa de Vinos de la Costa, hizo un balance positivo en términos de participación, aunque advirtió que la situación económica se hizo sentir.
“Hubo mucha gente, en el gimnasio, en el patio gastronómico y también afuera. Pero las ventas fueron menores que el año pasado”, señaló.
Según explicó, la circulación de personas fue constante durante todo el fin de semana, pero el consumo fue más moderado. “Lo mismo pasó en todos los stands. Hablé con varios productores y todos coincidieron en que se vendió menos. Hay una reducción general en el poder adquisitivo que también se reflejó acá”, detalló.
Un ejemplo claro de esta situación se dio el domingo por la noche, cuando aún quedaba stock en varios puestos gastronómicos. “A las 8 o 9 de la noche todavía había comida en las planchas. Eso en otras ediciones no pasaba. Ha habido años donde a las cinco de la tarde ya no teníamos más vino”, recordó Sepúlveda, marcando la diferencia respecto a otros años.
La tesorera también analizó cómo se fue dando el comportamiento del público durante las jornadas, e indicó que hubo rubros con mayor movimiento en distintos horarios: “Después del almuerzo la gente compra plantas, chocolates, infusiones; mientras que vinos, cervezas y gin se venden más hacia la tarde-noche”.
En este marco destacó el acompañamiento del Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, que mantiene políticas de apoyo durante todo el año para fortalecer a las unidades productivas.
“El Ministerio viene trabajando con distintos programas, no sólo para la fiesta, sino durante todo el año. Este año, como en anteriores, también hubo un aporte económico, aunque notamos que otras instituciones no pudieron colaborar, seguramente por el contexto de recortes”, indicó.
Un punto destacado de esta edición fue el crecimiento en la participación de los concursos de vinos y mermeladas. Según precisó, se presentaron 52 muestras en el concurso de vinos y 46 en el de mermeladas, casi el doble de la edición pasada.
“El año pasado teníamos 28 muestras de mermeladas. Esto muestra que hay un interés creciente, incluso de personas que vienen desde otras localidades”, dijo, sorprendida por la llegada de productores desde zonas como Bragado.
Finalmente, Sepúlveda celebró la aparición de nuevos viñedos y proyectos familiares en la región. “Es muy gratificante ver cómo aparecen nuevas familias que están invirtiendo en viñedos y capacitándose. Eso muestra que el sector tiene futuro y que hay entusiasmo por seguir produciendo”, concluyó.