La Fundación La Plata (FundPlata) publicó su informe mensual de inflación correspondiente a junio, que arrojó un aumento del 0,8% en la canasta básica alimentaria. A nivel interanual, el incremento de precios entre junio de 2024 y junio de 2025 fue del 25,4%. El dato se desprende de un relevamiento en 18 comercios de 13 barrios de la ciudad.
La economista de la Fundación, Giuliana Verdile, explicó que el estudio excluye servicios, combustibles y transporte; más bien “es un análisis de la canasta alimentaria, no están integrados la nafta, los servicios ni la educación; sólo lo que una familia necesita para alimentarse”.
El registro abarca desde supermercados hasta almacenes de barrio, y en este marco “los comercios chicos siempre tienden a tener precios un poco más altos porque deben afrontar costos como alquileres, servicios y otros gastos fijos”.
Si bien el número general fue de 0,8%, algunos rubros mostraron aumentos por encima del promedio. “La verdulería subió 3,5%, algo que suele pasar por cuestiones estacionales y climáticas. El almacén también tuvo incrementos considerables, sobre todo en lácteos y huevos, que venían estables en los primeros meses del año”, detalló.
En relación al dato interanual, la economista precisó que los alimentos aumentaron un 25,4% entre junio de 2024 y junio de 2025, pero advirtió que los sueldos no aumentaron en ese mismo porcentaje ya que, en La Plata donde más del 30% de la población trabaja en el sector público, los salarios no se actualizan a ese ritmo”.
“Los almaceneros nos dicen que llegan a fin de mes con mucho esfuerzo y que tienen que competir con las ofertas agresivas de los supermercados e hipermercados. Hay calendarios de descuentos semanales, entonces un día puntual el súper está lleno de gente buscando aprovechar esas promociones”, mencionó.
Además, señaló que muchas familias recurren a tarjetas de crédito para llegar a fin de mes: “Se ha distribuido mucho el uso del crédito para poder finalizar las compras del mes. Es un reflejo de la situación: no alcanza, y se termina pagando después”.
Desde la Fundación continuarán monitoreando la evolución de los precios en la región, con foco exclusivo en alimentos. No obstante, reconocieron que el costo real de vida incluye rubros aún más sensibles como transporte, servicios públicos, salud y educación, que no están contemplados en esta medición.