En el programa Ribera Paraíso, el especialista en derecho y tecnología Sebastián Chumbita habló sobre inteligencia artificial (IA), sus alcances, riesgos y potenciales usos en el presente.
Durante la entrevista, planteó una mirada crítica sobre el uso cotidiano de herramientas como ChatGPT y advirtió sobre el impacto que estas tecnologías ya están generando en el mundo laboral y educativo.
“La inteligencia artificial no es buena ni mala, el punto es cómo la usamos”, comenzó diciendo, y para ejemplificarlo, se refirió a los distintos niveles de desarrollo tecnológico: por un lado, las herramientas de conversaciones como ChatGPT y, por otro, a los sistemas más complejos aplicados en áreas críticas.
“En Dinamarca, un servicio de emergencias usa una IA que detecta por el tono de voz si la persona necesita una ambulancia urgente. Eso tiene validación, seguimiento. Pero cuando le pedimos a una IA generativa que resuma o cree algo, no tiene control de calidad. Hay que saber qué tipo de herramienta estamos usando”, problematizó.
El letrado dijo que este tipo de tecnologías acortan procesos cognitivos esenciales en el que un estudio del MIT dice “nos vuelve perezosos mentalmente; cuando antes investigabas, ibas a la biblioteca, te sentabas a pensar. Hoy, en 30 segundos tenés una respuesta”.
Sebastián también apuntó que, si bien estas herramientas pueden ser útiles, requiere capacitarse. “ChatGPT no es una enciclopedia cerrada, es un agente conversacional. Si no sabés preguntar, no sabés usarla. Y lo peor que podés hacer es tratarla como un simple buscador, porque no está entrenada para dar información puntual y fidedigna”, alertó.
Sobre el fenómeno de la automatización y su relación con el mercado laboral, aseguró: “Esto es un Fórmula 1. Antes estábamos en un troncomóvil, donde cuanto más empujaban, mejor. Ahora es un vehículo rápido, preciso y que solo admite a quien esté capacitado. Para manejarlo hay que saber. Y hay empresas en el mundo que ya dicen ‘Si lo puede hacer la IA, no contrato a nadie por debajo de eso’. Solo si tenés un plus humano te eligen”.
Además, citó informes recientes del Foro Económico Mundial y de Microsoft con LinkedIn, que revelan que el 70% de las empresas globales ya no contratan personal que no tenga conocimientos sobre inteligencia artificial.
En el plano educativo, también cuestionó los efectos negativos de utilizar estas tecnologías como atajos, porque “un chico puede hacer un trabajo con ChatGPT; le va a salir. ¿Pero qué perdió en el camino? Perder el proceso es perder inteligencia”.
Chumbita cerró con una reflexión con tono de advertencia: “En Internet no está la verdadera información, mucho menos la nuestra. Si pedís algo sobre Berisso, Ensenada o La Plata, probablemente no esté. Y estas herramientas, en vez de decir ‘no sé’, inventan, alucinan, y eso es un problema si no lo detectás. Por eso es fundamental entender cómo funcionan y usarlas con sentido crítico”.