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Hogar Social campeón del Torneo Femenino de la APdeB: “Seguimos con la euforia, fue histórico para el club”

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Tras consagrarse campeonas del Torneo Femenino de la Asociación Platense de Básquet (APdeB), parte del plantel de Hogar Social de Berisso visitó el programa Deportes Tres Ciudades para compartir la alegría de este logro inédito.

En la charla estuvieron presentes Victoria Da Palma, Manuela Martínez Reinaz y Paloma Martínez, ayudante del entrenador Joaquín Espina. En un clima distendido, repasaron lo vivido durante la competencia y la importancia que tiene esta consagración para la institución.

Manuela Martínez Reinaz expresó su felicidad y destacó la fortaleza del grupo, teniendo en cuenta que “pasó ya un poquito más de una semanita y seguimos con la euforia. Fue un momento muy lindo, por el club y por el grupo, porque logramos consolidar un equipo muy unido en esta primera parte del año. Para el club fue hacer historia, al ser la primera vez que lograba el campeonato. Y se lo merece por todo el trabajo que viene haciendo en el femenino”.

Desde el inicio, el equipo se planteó un objetivo claro, llegar a la final. “Todas éramos conscientes de que podíamos estar para algo grande. Ni bien arrancamos ya nos habíamos puesto como gran objetivo la final. Después, el torneo fue paso a paso”, recordó Martínez Reinaz; además, “el equipo se lo merecía por el trabajo, porque desde la pretemporada arrancamos enfocadas y con ganas de lograr algo grande”.

Paloma destacó el compromiso y el esfuerzo de cada una de las integrantes del plantel que fueron clave para alcanzar la meta.

Sin embargo, el camino no fue sencillo. Hogar Social perdió el primer partido de la serie final en condición de local, pero esa derrota funcionó como un punto de inflexión. Victoria Da Palma explicó que “después de ese partido fue un click importantísimo. Fue como replantearnos muchas cosas, especialmente en este espacio de terapia grupal, y decir: ‘Nosotros no estamos para esto, estamos para otra cosa’. Se notó en el segundo partido, y más de visita. Fue un golpe que nos ayudó”.

Manuela coincidió y profundizó en ese momento decisivo: “Durante toda la fase regular, cuartos y semis, fuimos sólidas en carácter y actitud. Pero después del primer partido de la final sentimos que nos faltó entrega, no tuvimos una actitud de final. Ahí dijimos: ‘A la próxima vamos con todo. No queremos quedarnos con la espina’”. Y concluyó: “Sabíamos que se podía ganar o perder, porque están los mejores. Pero lo importante era no quedarnos con esa sensación. Eso cambió y a partir de ahí entregamos todo”.

Un aspecto diferencial del proyecto fue la incorporación de la salud mental en el equipo. Da Palma destacó que “este año se sumó la parte de la salud mental con terapia grupal. Fue una herramienta linda que nos brindó el club, un espacio para charlar y poner en común lo que realmente quiere el equipo”.

También repasaron cómo llegaron a formar parte del club. Victoria Da Palma contó que hace seis años llegó a Berisso para estudiar, es oriunda de Puerto Deseado, Santa Cruz, y tras una trayectoria en equipos locales y Gimnasia, recibió la invitación de Joaquín Espina para sumarse a Hogar Social cuando se armó la primera femenina. “En ese momento quería dejar de jugar al básquet, pero cuando me crucé con Manu y charlé con ella, decidí seguir. Me enamoré del club”, relató.

Martínez Reinaz llegó ese mismo año, tras ser invitada por una amiga. “Ya conocía el club porque había estado en Estrella, y me encantó. Es un club de familia, de barrio, un espacio para despejar después de tantas horas de trabajo”, comentó.

Por su parte, Paloma Martínez, asistente técnica, se sumó el año pasado tras trabajar en Gimnasia con categorías menores y el femenino. Reconoció que su mayor desafío fue asumir su rol frente a sus amigas, y destacó el clima familiar del club, porque “llegás un domingo a las 9 de la mañana y te vas a la noche. Siempre te esperan con un mate o comida, es un club hermoso. Hay herramientas que en otros clubes no encontrás”.

Sobre sus comienzos en el deporte, Victoria Da Palma recordó que toda su familia paterna juega al básquet, y que desde pequeña mostró pasión por la pelota naranja. “Con dos años era la mascota de la selección de Santa Cruz, y ese amor lo mantuve toda la vida. Aunque también hago natación, el básquet es mi amor”, completó.

Manu contó que su inicio fue casual, luego de dejar el hockey: “Una amiga me invitó a arrancar básquet y me gustó. Mi mamá jugó 17 años, pero nunca me lo inculcó. Cuando empecé, el femenino en La Plata era muy limitado. Ahora las nenas tienen muchas más opciones, y eso está buenísimo”.

Finalmente, Martínez Reinaz reflexionó sobre la proyección del básquet femenino, y dijo que “el club decidió arrancar con las categorías más chicas y sumar cada vez más nenas. A medida que crecen, se abren nuevas categorías. Creo que ese proceso está haciendo crecer el femenino en la mayoría de los clubes. Que hoy las nenas puedan tener el básquet como alternativa para hacer deporte es algo buenísimo”.

Sobre la jugada decisiva en el segundo partido final, Manuela Martínez Reinaz contó cómo tomó la decisión de lanzar el triple que definió el juego: “La idea era que defina Vico, había dos opciones: un rompimiento o un tiro de tres. Yo ni siquiera tenía que estar del lado donde tiré, pero me abrí porque sentía que la estaba estorbando. Como se le cerró a mi defensora, me abrió a mí. Ni lo pensé, no fue una decisión, fue ‘Listo, ya está, entra, hay que ganar’. Fue un golpecito de suerte que necesitábamos, entré con confianza y por suerte entró. No tomé los planes para nada, no fue una decisión pensada, no pensamos en nada”.

Su compañera Victoria agregó: “Yo tenía la pelota, esperaba que saliera ‘la rubia’ para que tire, pero no pudo. Entonces decidí poner la pelota en el piso y encarar el aro, que creo que es lo único que me sale bien. Cuando hice eso, se cerró la defensa, que no estaba dentro de los planes. En ese microsegundo, vi a Manuela sola y le dije: ‘Tomá, Manuela, tirala, hacé lo que quieras’, porque quedaban pocos segundos y podía romper o tirar. Ella tomó la decisión de tirar, y yo confié en ese tiro. Suelo cargar rebotes en esas situaciones, y cuando vi que la pelota iba, dije: ‘Esta pelota va a entrar’. Y así fue”.