Los Bomberos Voluntarios de Ensenada realizarán el próximo sábado una pollada solidaria en el cuartel central, ubicado en Sarmiento y San Martín, con el objetivo de recaudar fondos para la compra de equipamiento y el sostenimiento de sus destacamentos.
En diálogo con un móvil de FM Tres Ciudades, el jefe del cuerpo, Abel Comas, explicó que la iniciativa “surgió el año pasado con la idea de organizar una apoyada una vez al mes”. Los fondos permiten adquirir elementos básicos para la tarea diaria, y la idea es poder comprar guantes, botas, equipos de protección, botiquines y otros insumos de primeros auxilios”.
La propuesta ya se convirtió en un clásico local y la comunidad responde de manera masiva. “El año pasado vendimos todo lo que se preparó. Esta vez vamos a hacer 200 pollos, distribuidos en dos o tres destinos. Estamos bastante embalados con eso”, contó el jefe de bomberos.
El valor de la tarjeta es de 20.000 pesos e incluye el pollo con guarnición y panes. “La pollada es muy buena porque tenemos gente muy preparada en la parrilla. Así que el sabor está garantizado”, aseguró entre risas.
Consultado por su propio rol, admitió que también se pone al frente de la parrilla: “En mi casa los fines de semana mi familia siempre me tiene haciendo algo. Para mí, el pollo es con limón, y claro que va a estar acompañado de ensalada y dos panes”.
El evento se da en un contexto delicado para los bomberos, que este año perdieron un aporte económico clave de la empresa YPF. Aunque valoraron que varios de sus integrantes hayan conseguido empleo estable en la compañía, advirtieron que la institución quedó sin ese ingreso. “Estamos esperando que la gerencia nos convoque para encontrar una salida favorable para las dos partes y poder seguir colaborando ellos con nosotros y nosotros con ellos”, expresó.
Actualmente, los Bomberos Voluntarios de Ensenada sostienen el cuartel central y tres destacamentos (Punta Lara, El Dique y la entrada de la Isla Santiago), con un total de 28 vehículos en servicio y múltiples emergencias mensuales.
“Nosotros somos voluntarios, no cobramos sueldos, pero hay un profesionalismo constante. Nos capacitamos y dedicamos tiempo que podríamos usar en nuestros trabajos o familias. Todo lo que hacemos es en base a la comunidad”, concluyó.