En un tiempo donde gran parte del periodismo deportivo se sostiene en los gritos y en la repetición de consignas, Eduardo “Polaco” Caimi representa otro modo de comunicar. Relator, conductor y abogado, combina su pasión por el fútbol con una profunda vocación por la palabra, la cultura popular y la construcción de sentidos compartidos.
Nacido en Necochea, creció con la certeza de que su destino estaba en la radio. Desde niño inventaba transmisiones con figuritas y recreaba partidos enteros en su casa, soñando con estar dentro de esa “cajita mágica” que encendía la imaginación de generaciones. Su ingreso al periodismo deportivo llegó temprano, en transmisiones radiales de Independiente y Quilmes, donde aprendió de referentes que le transmitieron no sólo técnicas, sino también un compromiso con el oficio y con la formación cultural.
Ese recorrido lo llevó a convertirse en una de las voces más reconocidas del relato argentino, con un estilo que trasciende lo estrictamente futbolístico. En sus programas siempre hay lugar para el tango, la memoria, la poesía y el barrio. Su manera de contar un partido o de entrevistar a un protagonista está atravesada por la búsqueda de algo más, un pensamiento, una emoción, un guiño que permita al oyente sentirse parte de una trama colectiva.
La radio es su territorio natural. Desde Club Relatores hasta múltiples transmisiones, Caimi apuesta a un aire donde conviven el análisis deportivo, la nostalgia del potrero, el homenaje a los ídolos y la reflexión sobre la vida misma. Esa mirada integral lo convierte en un referente para quienes buscan algo distinto; un periodismo que tiende puentes en lugar de levantar muros.
Además de su carrera en los medios, Caimi estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires, impulsado por el deseo de ampliar su formación humanística en los años posteriores a la dictadura y a la guerra de Malvinas. Aunque su vocación está en el micrófono, ejerció como abogado en distintos momentos, siempre con un espíritu de servicio hacia sus amigos y su comunidad.
Hoy, instalado nuevamente en su barrio de Versalles junto a su familia, el Polaco sigue transmitiendo la misma pasión que lo acompañó desde chico, la de contar historias, generar encuentros y emocionar con la palabra. Para él, relatar un partido es mucho más que narrar jugadas; es crear un espacio donde fútbol, música y vida se entrelazan en un mismo latido popular.
Te invitamos a escuchar la entrevista de Pablo Valenti al “Polaco”, en Goles y Rocanroles: