En el marco del Mes de la Salud Mental, el municipio de Berisso lleva adelante jornadas barriales con actividades lúdicas, artísticas y de orientación profesional. Débora Poteraychke, jefa del Departamento de Salud Mental de la Secretaría de Salud, destacó el valor de “sacar la salud mental de los consultorios” y de fortalecer los lazos sociales; además nos contó de la propuesta del miércoles 22 de octubre en la Unidad Sanitaria N° 43, donde habrá música, juegos, radio en vivo y asesoramiento profesional.
El objetivo está puesto en visibilizar, sensibilizar y que la comunidad sepa que puede acercarse a consultar, entendiendo que “la salud mental no es algo de pocos, nos atraviesa a todos”.
Las actividades se organizan junto con la residencia interdisciplinaria PRIM, que integra psicólogos, trabajadores sociales y médicos generalistas, bajo una mirada integral de la salud. “Trabajamos de manera articulada entre los departamentos de salud mental y de consumos problemáticos, entendiendo que ambas son problemáticas de salud integral. Hay un equipo que se despliega en todo el territorio”, remarcó la licenciada.
En ese marco, destacó la creación del Observatorio de Salud Mental y Consumos Problemáticos, aprobado por ordenanza hace un año y medio, el cual reúne datos del área de seguridad, SAME, unidades sanitarias y hospital, para generar políticas públicas basadas en la realidad de Berisso. “Es una herramienta científica que nos permite mirar con datos una problemática que muchas veces se percibe desde el mito”, explicó, ya que “el aumento de los padecimientos mentales no es exclusivo de Berisso, sino que responde a una tendencia mundial profundizada tras la pandemia”. “Hay un incremento en las situaciones de angustia, ansiedad, depresión y suicidios. Las condiciones de vida se volvieron más complejas, y eso se traduce en sufrimiento”, fundamentó.
Por estos motivos, celebró la inauguración del primer Centro Comunitario de Salud Mental de la provincia de Buenos Aires, construido en Berisso y destinado a infancias y juventudes. “Es el primer edificio pensado específicamente para salud mental en más de 100 años. Es histórico; tiene una perspectiva comunitaria, sin lógicas de encierro ni de vulneración de derechos”, valoró.
Una crisis multicausal
Poteraychke comentó que los padecimientos mentales son multicausales, pero que los determinantes económicos y sociales ocupan un lugar central. Entre ellos está la falta de trabajo, la precarización, la dificultad para sostener la alimentación o la vivienda. Y si bien no todo se resuelve con dinero “la falta de acceso a derechos básicos vuelve la vida muy compleja”.
Por eso, el trabajo territorial busca generar espacios de reflexión colectiva en escuelas, centros comunitarios y clubes, porque “no se trata sólo de hablar de los problemas, sino de repensar cómo los miramos. Necesitamos volver a construir lazos, escucharnos, acompañarnos. La salud mental no está solo en manos de los psicólogos, está en manos de la comunidad”.
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