El martes por la tarde una formación del Tren Sarmiento sufrió un serio incidente en la zona de Liniers, cuando atravesaba un cambio de vías. En diálogo con Todo Provincial, Norberto Rosendo, ingeniero ferroviario e integrante de la ONG Salvemos al Tren, sostuvo que la explicación oficial minimiza el hecho.
“No fue un descarrilamiento común; un bogie tomó una vía y el otro otra. Eso es un cambio entre bogies y es gravísimo”, describió, y remarcó que el sistema ferroviario cuenta con mecanismos de enclavamiento que impiden movimientos en las agujas mientras pasa una formación. Para él, la falla expuso problemas más profundos.
“Si esos enclavamientos no están o no funcionan, la aguja puede moverse sola. Eso es consecuencia directa del deterioro del mantenimiento”, aseguró.
Rosendo también vinculó el episodio con decisiones administrativas recientes que, según su visión, afectan la seguridad operativa. “Se dejó de invertir, faltan repuestos y mantenimiento. Y además se sacó a la gerencia técnica para poner abogados. Así no funciona un ferrocarril”, indicó.
Aunque el hecho dejó 19 personas con lesiones leves, el ingeniero alertó que el desenlace podría haber sido trágico si la formación hubiese sido más antigua. “Fue una suerte que fuera un tren nuevo de los chinos. Si era un Toshiba, volcaba”, dijo, y lanzó su advertencia más dura: “Si seguimos así, vamos rumbo a un accidente como el de Once”.
Mientras avanzan los peritajes, el episodio vuelve a poner bajo la lupa el estado de la infraestructura ferroviaria y la política de mantenimiento en uno de los ramales más transitados del país.