Con 51 años, el voluntario de Quilmes participó de “Corremos por la Vida 2025” en Chile, donde subió 1.800 escalones junto a 2.400 bomberos de todo el mundo. En diálogo con Cueste lo que Cueste, habló de sacrificios, solidaridad y la realidad del sistema bomberil.
El Sky Costanera Center es el edificio más alto de Sudamérica, y el logro se dio durante la competencia internacional “Corremos por la Vida 2025”. El desafío reunió a más de 2.400 participantes de distintos países y volvió a posicionarse como uno de los encuentros bomberiles más relevantes del continente.
La prueba consistió en ascender 1.800 escalones, unos cien pisos, en un formato que exige un alto nivel de preparación física. Con 51 años y más de 14 de servicio, Motos describió la experiencia como “un compromiso personal y una oportunidad para visibilizar lo que viven los bomberos voluntarios argentinos”.
Contó que llegó al evento tras un año de entrenamiento: “Me mentalicé para llegar arriba. No podía fallar porque tenía a mi nena y a mi señora alentando abajo”. Estima que completó el recorrido en unos 20 minutos, monitoreado por un chip en su bota.
La competencia convocó a bomberos de Argentina, Paraguay, Bolivia, Estados Unidos y varios países europeos, consolidándose como una instancia clave de intercambio, concientización y promoción de la salud bomberil.
Además de su labor operativa, Motos desarrolla campañas solidarias desde sus redes sociales. Recordó que en la última colecta por el Día del Niño reunió 80 bolsitas de juguetes gracias al aporte de seguidores y vecinos. Se lo puede encontrar en plataformas digitales como Diego Bombero y contenido ligado a iniciativas como Corremos por la Vida.
También integra Defensa Civil de Quilmes, donde continúa participando en acciones de rescate y asistencia. Remarcó el sacrificio físico que demanda la actividad: “Ponerte 25 kilos de equipamiento ya es complicado, y si se moja pesa el doble. Hay incendios donde trabajamos 10 o 12 horas. Si no tenés estado físico, no podés llevarlo adelante”.
Comprometido con la realidad del país también dejó un fuerte planteo hacia los distintos niveles del Estado al decir que “los bomberos no solo hacemos trabajo de bombero. Hay compañeros mecánicos que se tiran bajo un camión para arreglarlo; electricistas que hacen instalaciones a donores. Somos multifunción”.
En redes, bajo el nombre Vida de Bombero, comparte entrenamientos, campañas y nuevos proyectos solidarios. Entre ellos, colaborar con la familia de Noah, un niño de dos años con parálisis cerebral que busca financiar un tratamiento en México.
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