El secretario gremial de ATULP en la Universidad Nacional de La Plata, Ignacio Bruno, realizó un duro diagnóstico sobre la situación laboral y productiva del país, y aseguró que “cada vez hay menos trabajos registrados”; durante la actual gestión, ya se contabilizan “alrededor de 300 mil despidos”, lo que genera un clima social de “desazón”, incluso entre jóvenes que hoy ven perder su empleo tras haber apoyado al gobierno.
Uno de los ejes de su intervención fue el cierre de la planta de Whirlpool en el Parque Industrial de Pilar. “Es tremendo”, sostuvo, y explicó que la empresa empleaba a 300 trabajadores tras haber sido inaugurada en 2022 con una inversión millonaria. Recordó que se trataba de “una de las plantas más modernas del mundo de su tipo”.
Sin embargo, hoy la firma atribuye su salida a la “recesión económica y la baja de ventas”. Para Bruno, el verdadero trasfondo es otro: “Para que le bajen la palanca a una fábrica así es porque la importación termina supliendo a la producción nacional”.
El dirigente sindical también cuestionó los argumentos empresariales, porque Whirlpool afirma que “sale caro invertir en el país”, mientras la producción estaba “a la mitad” y ya no podían “cumplir ni con los salarios”.
Dicho esto, comparó la situación actual con años anteriores: “Esto es como en los ’90; tren que para, ramal que cierra. Hoy es igual, fábrica que cierra, no vuelve”. En ese sentido, sostuvo que casos como el de Acerías Berisso responden al mismo patrón y anticipó que “no va a volver a abrir”.
Además, enfatizó el impacto social de cada cierre: “Detrás de 50 trabajadores hay unas 500 personas, porque cada uno sostiene a su familia”; por lo cual, el escenario es “decepcionante”.
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