El cine de terror independiente vuelve a ganar espacio en la región gracias al ciclo Cine de Ultratrumba, una iniciativa creada por un grupo de jóvenes realizadores formados en la Facultad de Artes de la UNLP, que busca difundir producciones nacionales del género y fortalecer el encuentro entre creadores y público. La próxima fecha será el 6 de diciembre, a las 19.30, en el Rotary Club de Ensenada, con entrada libre y gratuita.
El proyecto nació de un colectivo integrado por estudiantes de Artes Audiovisuales y Multimedia, con la intención de generar un espacio propio para el cine de terror, fantástico y de ciencia ficción. “Somos aficionados del género y queremos que la gente de la región pueda conocer las producciones nacionales”, explicó Estefanía Bozok, una de las organizadoras, quien destacó que “en Argentina hay un montón de buenos trabajos y varios festivales dedicados exclusivamente al terror”.
Uno de los principales referentes nacionales del género, el festival Buenos Aires Rojo Sangre, aparece como un espejo para este tipo de iniciativas; muchos de los cortometrajes seleccionados para esta fecha también participaron allí. La movida pretende funcionar como una “pequeña muestra del barrio” en Ensenada, que pueda crecer hacia Berisso el próximo año. “Como son localidades con cine teatros activos, queremos ayudarlos a recuperar ese espíritu comunitario de ver cine juntos”, comentó la referente.
Un género que se expande
Para el equipo detrás del ciclo, el terror atraviesa un momento de revitalización en el país. Estefanía mencionó a las producciones de Demián Rugna —como Aterrados o Cuando acecha la maldad— como ejemplos del crecimiento del género, y también subrayó que existe “toda una movida independiente que no siempre llega a las plataformas o a los grandes festivales”.
El atractivo del terror está en el lenguaje formal: “El despliegue sonoro, visual y los efectos especiales son lo que llama la atención. La variedad siempre es enorme”. Y agregó que la clave está en cómo se combinan esos elementos, porque “depende de cómo se cuenta la historia, dónde se pone el foco, qué música se elige, qué planos se construyen; todo influye en la experiencia del espectador”.
La función del 6 de diciembre incluirá seis cortometrajes seleccionados en convocatoria abierta:
• Revuelto Roberto, de Rancé Estucio
• Netzo, de Gonzalo Eduardo Albornós
• 9 minutos, de Victoria Mamoliti
• Gualicho, de Héctor Rigos
• Anticuerpo, de Sofía Chichini y Ludmila Rodel
• Alito de Arena, de Muriel Zago y Lucas Guimeres
La jornada comenzará con una breve presentación, continuará con la proyección de todos los cortos y cerrará con una conversación abierta entre el público y los realizadores.
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