La Legislatura de la provincia de Buenos Aires transita horas de fuerte movimiento político; mientras avanza la recta final del año legislativo y se acerca el recambio institucional del 10 de diciembre, el edificio de calle 53 vuelve a convertirse en el epicentro de la discusión por el endeudamiento solicitado por el gobernador Axel Kicillof, una pulseada que condiciona el cierre del calendario parlamentario.
Este martes, la Cámara de Diputados lleva adelante una sesión preparatoria para recibir a los legisladores electos que asumirán formalmente la semana próxima. Se trata de una jornada particular, porque quienes realizan la jura hoy no participarán de la sesión de mañana, en la que se definirá el pedido de endeudamiento, ya que el tratamiento quedará en manos de la composición actual de la Cámara. La actividad incluye un operativo especial de acreditaciones debido a la presencia prevista de dirigentes nacionales y referentes de distintos espacios políticos que acompañarán a los nuevos diputados.
Uno de los puntos que recorre los pasillos es la elección de autoridades de Diputados, un debate que tradicionalmente se resuelve en esta misma sesión preparatoria pero que, por pedido del Ejecutivo, quedaría postergado para la semana que viene. La medida busca evitar que la disputa por cargos interfiera en la negociación principal, que es la de conseguir los dos tercios necesarios para aprobar el endeudamiento. Entre los nombres que suenan para presidir la Cámara circulan nuevamente figuras como Alexis Guerrera, Federico Otermín y Carlos “Cuto” Moreno, mientras sectores del camporismo y del kicillofismo también disputan espacios de poder.
En paralelo, el Senado fijó su propia sesión preparatoria para el lunes 8 de diciembre, en pleno feriado, una decisión que llamó la atención incluso dentro del oficialismo por lo inusual de la fecha. Aún así, se espera que ambas cámaras avancen con normalidad en la formalización del recambio.
La discusión central, sin embargo, no pasa por los rituales institucionales sino por la estructura del endeudamiento que impulsa el gobierno provincial. El Ejecutivo pide autorización para un paquete de 600 mil millones de pesos, dividido en dos tramos, uno de 250 mil millones a devolver en cinco cuotas fijas y otro de 350 mil millones atado a mecanismos de financiamiento. El objetivo, según la argumentación oficial, es garantizar el funcionamiento administrativo en un contexto financiero crítico.
La negociación incluye un debate sensible, que es el fondo de fortalecimiento para los municipios. Allí aparecen diferencias internas dentro del propio oficialismo. Mientras una parte del peronismo propone un desembolso de 240 mil millones en cinco cuotas que se comenzarían a pagar en abril de 2026, el Ejecutivo impulsa un mecanismo por goteo. Desde otro sector surgió la idea de crear una comisión bicameral que supervise los criterios de distribución, una variable que también forma parte de la rosca legislativa.
Consciente del escenario, el gobernador alineó a todas las tribus del peronismo y envió un mensaje unificado para reclamar la aprobación del endeudamiento. La oposición mantiene posiciones diversas y el Ejecutivo necesita alcanzar los dos tercios en Diputados, un umbral que exige acuerdos finos. En ese marco, no se descarta que parte del bloque opositor evite bajar al recinto, una estrategia que reduciría el número total de presentes y facilitaría la obtención del porcentaje necesario con los votos propios y de sectores dialoguistas.
La expectativa está puesta en el miércoles, cuando Diputados sesione desde las 15 y el Senado haga lo propio a las 17. La experiencia reciente anticipa una jornada extensa, con definiciones que podrían llegar entrada la noche. El resultado ordenará no solo el cierre del año legislativo sino también el mapa interno del oficialismo y las relaciones con la oposición de cara al 2026.
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