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Milei no cesa su ataque contra el periodismo, pero sigue sin inaugurar un corte de cinta

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Por Mariano Gandini

Los ataques a los periodistas por parte del gobierno nacional y particularmente del propio presidente de la nación no cesan. Las constantes amenazas y sus agresivas descalificaciones a un sector del periodismo que no es afín a su modelo sigue escalando. ¿En algún momento cesará? ¿Es una estrategia política? ¿Los odia verdaderamente? ¿busca desviar la atención? ¿intenta meterles miedo para callarlos? No lo sabemos, pero si lo hemos observado a lo largo de la historia qué si desde el Estado se genera violencia, la sociedad imprime violencia. 

Javier Milei llegó a ser presidente de la mano de los medios, es producto de los medios de comunicación porque nunca fue un militante político. Durante los últimos 7 u 8 años de su vida se dedicó a pasear por los diferentes programas de televisión y radio para construir su imagen pública. 

Lo hizo en programas de chimentos, informativos, realty show y también durante mucho tiempo paseó por los programas netamente políticos. 

Durante esos años, largos años, jamás criticó a un periodista, jamás tildó de ensobrado a un periodista, nunca descalificó a un trabajador de prensa, ni lo atacó. 

Desde que llegó al gobierno, Javier Milei endureció fuertemente su discurso y su figura. Con mensajes violentos, racistas, xenófobos y dictatoriales. 

¿Por qué lo hace? ¿Cuáles son sus motivaciones?

En materia política de gestión llevó adelante una política destructiva del Estado en su función administrativa y en su rol de brindar soluciones a problemas sociales como puede ser la educación, la salud, la producción, el trabajo, la obra pública o flagelos sociales como la delincuencia o el narcotráfico. 

Mientras que, por otro, generaba un relato que nada tiene que ver con la gestión y sus políticas de gobierno; sino que su línea de acción es atacar a detractores de sus postulados. Maltratando y descalificando con vehemencia y tono de monarca a todos los que piensen diferente o sean críticos de su gestión. ¡quizás ahí encontremos algunas de sus motivaciones!

En las últimas horas, Javier Milei participó de un stream en un canal de youtube a fin a su gobierno, dónde nuevamente maltrató a un sector del periodismo diciendo: “Son las prostitutas de los políticos”, “Son rudimentarios, están enfermos de literalidad, no entienden la metáfora y la ironía”; “Si odiás al político, al periodista odiálo más porque cobran por hacer lo que el político no hace. Son calumniadores e inquisidores”.

como si fuera poco; lanzó una amenaza expresando ¿Tenés la libreta con los que tengo que meter en cana?

Obviamente, que todo lo que expresado y enfatizado por el presidente argentino es repudiable, por mi parte y seguramente por gran parte del periodismo argentino y del mundo. 

Ahora, intentemos descular o interpelar los motivos de los violentos mensajes del presidente argentino contra los periodistas, respondiendo algunas de estas preguntas que nos hacemos. 

¿En algún momento cesará el ataque contra los periodistas opositores

Creo que, si en algún momento tiene algo más importante para contarle a la sociedad argentina que haya realizado su gestión sí, caso contrario, va a seguir generando material para que los medios y la comunidad hable de eso y no de las tristes políticas públicas que lleva adelante en contra del pueblo trabajador, la producción e industria nacional, la educación y la salud entre tantos otros.

Seguirá construyendo un relato que lo aleje lo más posible de tener que dar explicaciones sobre las destructivas políticas públicas que lleva en contra de su propio pueblo. Al cual le expresó que era un topo que venía a destrozar el Estado, que él mismo lidera. 

¿Es una estrategia política o los odia verdaderamente a los periodistas

Puede ser que los odie verdaderamente; pero, mientras tuvo que crear su figura política y pasearse por todos los canales, radios, stream y programas por doquier; en ese momento ninguno de los periodistas era mandril, ni ensobrado, ni rudimentarios enfermos de literalidad; sino que por el contrario, iba a todos lados y buscaba cámara sin importar quien estaba. Y, a los que le festejan cada bravuconada y cada expresión violenta, les brinda notasexclusivas y los recibe en Casa Rosada.

Entonces, da la sensación que es más una estrategia política para desviar los focos de atención, que no se hable de la causa libra, de las miles de obras que se paralizaron a lo largo y ancho del país, del oro que se fugaron, de la caída del consumo o de los miles de puestos de trabajo perdidos o de los más de 50 funcionarios que se fueron de su gobierno por la falta de criterio a la hora de llevar adelante la gestión; que el verdadero motivo por el cual maltrata al periodismo.  

¿Intenta meterles miedo para callarlos?

Quizás dentro de esa misma estrategia política de desviar los focos de atención, también está la de cooptar la mayor cantidad de periodistas opositores para poder tener un discurso unificado, encajonado y que sean los menos los que cuenten los puntos negativos u horrores que comete en la gestión. 

Todos los gobiernos tienen una prensa allegada, con mayor predisposición para contar las acciones positivas del gobierno; lo que nunca hubo, por lo menos desde la vuelta de la democracia hasta el momento, es que el propio presidente de la nación sea quien emite mensajes violentos, xenófobos, descalificadores, racistas y despóticos contra el periodismo. 

La violencia ejercida por el Estado, no genera otra cosa más que violencia. El odio es el enemigo de los pueblos. Ojalá la Paz y el Amor puedan detenerlo.