En Cueste lo que Cueste dialogamos con Analía Fontenla, Técnica en Hemoterapia del Servicio de Medicina Transfusional y Delegada de la Junta Interna de ATE en el Hospital Garrahan, quien trató la compleja situación que atraviesa la institución y las medidas que evalúan ante la falta de respuestas del Gobierno nacional.
“Tenemos planteada una asamblea general para mañana; la vamos a utilizar para delinear cómo vamos a seguir”, expresó Fontenla, en el marco del conflicto que involucra a los trabajadores del hospital y la falta de diálogo con las autoridades.
A pesar de la conciliación obligatoria, desde el gremio aseguran que no han sido convocados formalmente. “No hemos recibido convocatoria del Gobierno para sentarnos a una mesa de diálogo”, remarcó, y añadió: “No tuvimos ninguna respuesta”.
Uno de los puntos de tensión fue el anuncio de un posible aumento salarial para residentes, difundido a través de la red social X (ex Twitter). “Ellos mismos dijeron que no tienen nada concreto”, afirmó Fontenla, señalando que la publicación no tiene firma oficial ya que esa comunicación no viene del hospital. No lo consideramos oficial”.
Para la delegada, este tipo de anuncios buscan generar divisiones, teniendo en cuenta que “es una metodología del Gobierno para enfrentar a los residentes con los trabajadores, para dividir no solamente a los trabajadores, sino también a la sociedad con los trabajadores, porque nosotros tenemos mucho apoyo”.
En cuanto a la financiación del hospital, que depende en un 80% de la Nación y en un 20% de la Ciudad de Buenos Aires, Fontenla denunció un congelamiento presupuestario desde 2023. “El gobierno anterior congeló y restringió el presupuesto, pero la inflación del final del gobierno anterior y el principio de este obviamente impactó”, indicó. No obstante, aclaró que no se trata sólo de los salarios.
Sobre el ataque a lo público, Fontenla fue contundente al decir que “estamos asistiendo a una nueva etapa de desfalco de este país; es una continuidad de lo que venía haciendo años atrás”, y mencionó los gobiernos de Carlos Menem y Mauricio Macri como antecedentes, recordando que “se ha atacado siempre a la salud y la educación, pero la pudimos defender”.
“Los trabajadores de este hospital van a defender con lo que sea a este lugar. El ataque tiene que ser constante para desmoralizarnos”, aseguró, y advirtió que ante el ataque seguirán con la medida de fuerza antes de que finalice la conciliación.
Por último, no descartó una posible privatización del hospital frente a lo cual se debería privilegiar su función social.