El Oficial Principal de Bomberos Voluntarios de Berisso, Julio Monte, compartió el aire de la 96.3 junto a los hermanos Vicente donde hizo una reflexión sobre la fecha, y explicó lo sucedido en la inundación de 2013, además del peligro que puede existir en el caso de que se genere un incendio en la Refinería.
En el marco del día del Bombero Voluntario, y a 141 años de aquel primer grupo de inmigrantes que llegó a La Boca y que comenzó con lo que hoy es una vocación de cara a la comunidad, el referente contó cómo fue la historia e inauguración de aquel primer cuartel.
Con 32 años en la institución de Berisso y un paso en la Reserva Activa, Julio comentó que, afortunadamente, en la actualidad se cuenta con jóvenes destacables que encaran la profesión con ímpetu, fuerza y un constante perfeccionamiento. El plantel berissense está integrado por 114 hombres y 20 mujeres.
“La función del bombero es la de salvar vidas”, resumió como principal objetivo, además de la prevención.
La charla también viró para la historia de su hermano Claudio Monte, quien fue una figura querida y “el mejor jefe que tuvimos”, porque “acompañaba al personal y no había una persona con la que no se lleve”. “En el tiempo que estuvo hizo mucho por la institución; hoy tenemos las Islas Malvinas en los cascos, el Ara San Juan o el Cáncer de Mama que marcó un rumbo en los más nuevos”, enumeró.
Entre las experiencias que tuvo que sobrellevar está la de la catástrofe de La Plata en 2013, a la par del incendio en YPF: “En la empresa presenciamos ocho explosiones y hay una foto que saqué yo cuando me quede un rato en el autobomba -porque no daba más del calor en las piernas- donde hay dos chicos, de Ensenada y Berisso, con el agua a la cintura, en medio de la espuma y con una línea de agua refrigerando los equipos. A ellos después los atendieron posteriormente porque alguna sustancia nos produjo una erupción en la piel, y los enfermeros nos tiraban solución fisiológica para que podamos seguir:.
“Fue algo que duro muchísimo, pero por suerte tuvimos sólo un muchacho de Ensenada y otro de Magdalena que se salpicaron los ojos”, recordó.
Sobre el problema que generó tal desastre, explicó que hace muchos años las industrias tiraban mucho al río donde había una contaminación terrible. Hoy está todo cerrado y no hay líquidos o afluentes que salgan afuera, sólo se descartan después de que son tratados. La única forma de sacar el agua es con bombas eléctricas “y aquel día se cortó la luz”. Pasado el desastre, como alternativa, hay bombas de explosión para el caso de que se corte la luz.
Llegando al final de la entrevista, Monte lidió con su emoción para manifestarse en un día de celebración y particular agradecimiento: “Todos nos dicen bomberos voluntarios pero esto no es gratis, esto es pago y quienes pagan el costo de todo son nuestras familias; así que el agradecimiento principal es para nuestras familias que hacen posible que podamos cumplir con esta noble profesión.”