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Cambios, internas y nombres propios de cara al Concejo Deliberante platense

Legislatura-bonaerense

El cierre de listas de concejales y consejeros escolares en la ciudad de La Plata dejó una fuerte reconfiguración política que impactará de lleno en la nueva composición del Concejo Deliberante a partir del 10 de diciembre. Las alianzas, rupturas, pases de bloque y viejos conocidos que regresan marcan un mapa en movimiento, donde oficialismo y oposición se disputan 12 bancas (siete de la oposición y cinco del oficialismo), y cinco lugares en el Consejo Escolar.

Una de las principales novedades es la desaparición del bloque del PRO, que a partir de diciembre se fusionará con La Libertad Avanza. De este modo, pasarán de ser cuatro bloques a tres, dando lugar a una nueva correlación de fuerzas. La alianza entre ambos espacios ya venía funcionando de hecho en el Concejo, y ahora se formaliza.

El movimiento generó tensiones internas, especialmente entre dirigentes que fueron electos por un partido y ahora responden a otro. Fue el caso de las concejalas Belén Muñoz y Florencia Barcia, quienes ingresaron por el PRO pero luego se encolumnaron detrás de La Libertad Avanza. “Es una estafa electoral”, apuntó el analista político Hernán “Vasco” Usabarrena, al cuestionar los cambios de fuerza sin renuncia previa a la banca.

En cuanto a las candidaturas, Fuerza Patria confirmó al actual presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Galland, como jefe de campaña, y llevará como primer candidato a concejal a Sergio Resa, mientras que Emilio López Muntaner encabeza la lista de consejeros escolares. El regreso de López Muntaner, ex legislador, marca un retorno a la escena local tras varios años de ausencia.

Por su parte, La Libertad Avanza tendrá al exlegislador y actual funcionario del Ministerio de Seguridad, Juan Pablo Allan, como primer candidato a concejal, y a Ivana Pasquale como primer consejera escolar. El espacio sumó figuras cercanas a Patricia Bullrich, mientras desplazó a referentes como Belén Muñoz, que había intentado encabezar la lista sin éxito.

El frente “Somos Buenos Aires”, que reúne a radicales, socialistas, sectores del GEN y peronistas disidentes, postula al radical Leandro Bazze para el Concejo y a Alberto Conte en el Consejo Escolar. La lista lleva un fuerte guiño a la histórica familia radical de los Bazze, con presencia sostenida en la política platense.

La izquierda también buscará renovar su presencia con Luana Simioni, histórica referente que intentará una vez más llegar al recinto deliberativo, en un contexto de fuerte polarización.

Entre los nombres que no lograron renovar su lugar en el Concejo se destacan varios dirigentes del PRO: Lucía Barbier, Juan Manuel Martínez Garmendia y Lucas Lascours. Garmendia, presidente del bloque, quedó desplazado por conflictos internos, mientras que Barbier —ligada al exintendente Julio Garro— también fue dejada de lado. Desde el sindicalismo tampoco hubo lugar para Cristian Vander (telefónicos) ni para Julio Cuenca (gastronómicos), ambos del oficialismo. En el mismo espacio también quedó afuera Cintia Mansilla.

En tanto, desde el radicalismo Maluna Forneris logró quedar segunda en la lista de concejales de Somos, mientras que Diego Rovella, actual presidente del bloque radical, figura en el quinto lugar, lo que complica su continuidad.

Una elección clave

Las elecciones del próximo 7 de septiembre renovarán la mitad del Concejo Deliberante (12 de las 24 bancas) y cinco consejerías escolares sobre un total de diez. La votación será decisiva para definir el equilibrio de poder en el recinto platense y anticipa fuertes disputas dentro de las principales coaliciones.

En paralelo, la ciudad sigue conmocionada por el derrumbe ocurrido semanas atrás en 197 entre 67 y 68. Según confirmó el propio Usabarrena, la demolición del edificio colapsado fue programada para el próximo lunes a las 10 de la mañana. Mientras tanto, la empresaria Roxana Aloise, señalada como responsable del emprendimiento, continúa sin comparecer ante la Justicia, amparada por una sólida defensa legal.

Vecinos y comerciantes de la zona, que siguen padeciendo las consecuencias del hecho, denuncian impunidad empresarial y lentitud judicial. “Una familia perdió su casa y la responsable está tranquila en la suya”, concluyó el analista, en referencia a un conflicto que expone las deudas estructurales de la ciudad con el control urbano y la seguridad edilicia.