En el marco de la conferencia de prensa que el gobierno bonaerense retoma cada lunes, funcionarios provinciales reflejaron la delicada situación actual. En esta ocasión participaron el ministro de Gobierno, Carlos Bianco; el titular de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa; y el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez.
En el plano político, Carlos Bianco fue consultado por la presencia de dirigentes como Verónica Magario y varios intendentes encabezando listas electorales, lo que generó dudas sobre si efectivamente asumirán en caso de resultar electos. Frente a ello, evitó confrontaciones directas pero ratificó que se eligieron “a los mejores candidatos”, y que la figura de las candidaturas testimoniales está contemplada legalmente y se ha utilizado en múltiples oportunidades. La respuesta fue leída como una contestación solapada a críticas internas, como la de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.
Sobre el cierre de listas, señaló que todos los sectores hicieron un esfuerzo por llegar a consensos, teniendo en cuenta el contexto nacional, y que si bien las nóminas aún no están oficializadas, “la campaña ya empezó”.
En cuanto al panorama económico, los funcionarios brindaron datos preocupantes. Augusto Costa remarcó que la provincia de Buenos Aires representa el corazón productivo e industrial del país, generando cerca del 32% del empleo formal. En ese sentido, advirtió que si a la industria provincial le va mal, el impacto repercute a nivel nacional y, según detalló, en 2024 la economía perdió un 4% de su capacidad de generar riqueza, y para 2025 no se observa una tendencia clara de recuperación. Las políticas macroeconómicas del gobierno nacional, consideró, podrían acentuar la caída.
Uno de los datos más alarmantes fue la pérdida de 37.400 empleos formales en la Provincia entre diciembre de 2023 y marzo de 2024. Los sectores más afectados son el comercio, la construcción —con una caída del 23% vinculada a la paralización de la obra pública— y la industria manufacturera. Frente a este escenario, muchos de esos trabajadores pasaron a la informalidad.
También se señaló un desplome del turismo, con 73.000 turistas menos en la última temporada de verano en comparación con el año anterior. A esto se suma una menor afluencia de turistas extranjeros, lo que configura una crisis profunda en una de las principales industrias generadoras de empleo. La actual temporada de invierno y el verano que se avecina se anticipan como muy difíciles para los destinos turísticos bonaerenses, principalmente por el encarecimiento de los servicios y la pérdida de poder adquisitivo de la población.
Por su parte, Javier Rodríguez alertó sobre la situación del sector agropecuario, y enumeró una serie de factores que afectan a los productores como la variación del tipo de cambio real, el aumento de combustibles, fletes y alquileres, la caída del consumo interno, el encarecimiento del crédito y la apertura indiscriminada de importaciones. Estos elementos, están provocando una reducción de la producción y un retiro de productores. Aparte hay menos productores de soja, una baja en la cantidad de tambos y alrededor de 1.000 viñedos menos en la Provincia.
El diagnóstico general en definitiva, afecta de manera transversal a todos los sectores productivos y comerciales.