El diputado nacional Pablo Juliano, integrante del bloque Democracia para Siempre, denunció una grave situación institucional vinculada al presunto espionaje a dirigentes opositores por parte del Gobierno Nacional.
En diálogo con Cueste lo que Cueste, aseguró que “la persecución desde la SIDE no es nueva” y advirtió que “cuando se combinan malos resultados económicos con violencia institucional, como el hostigamiento a periodistas y a la justicia, se configura un escenario de gravedad democrática”.
Así vez, el legislador cuestionó el manejo de los fondos reservados: “En pleno discurso de ajuste, el primer decreto del año aumentó los fondos de la SIDE, que son confidenciales y no pueden ser auditados. Mientras tanto, los jubilados siguen siendo la variable de ajuste”.
Juliano se refirió al informe revelado por el periodista Hugo Alconada Mon, que expuso seguimientos a dirigentes opositores y confirmó que su bloque ya había solicitado en mayo la interpelación, porque “no accedimos al informe completo, pero la información publicada es suficientemente grave como para requerir una respuesta institucional”.
Si bien reconoció que la agenda legislativa está marcada por urgencias como el veto a la moratoria previsional o la emergencia en discapacidad, insistió en que “la Cámara no puede mirar para otro lado” ante posibles casos de inteligencia ilegal.
Sobre el rol del radicalismo, admitió falencias: “Cuando vivís como viven los argentinos, vos mirás a mi partido y decís, ‘¿pero qué están haciendo estos tipos?’”. Por eso justificó la creación de su nuevo bloque Democracia para Siempre, conformado por radicales que “no querían ser empleados del mes de la Libertad Avanza”.
También reivindicó la tarea de muchos dirigentes locales y alertó sobre el maltrato que sufren los intendentes por parte del oficialismo nacional: “Los ponen de rodillas, les pegan en la cabeza y los siguen sometiendo”.
Respecto a la reciente victoria electoral del Presidente de la Nación, señaló que “para que un Milei pueda avanzar e insistir en un veto, es porque le prestaron votos de todos lados. Milei está parado en algún acierto, el fracaso de las entidades partidarias”.
En ese sentido, criticó a las identidades partidarias tradicionales que están tambaleando porque evidentemente “las fuerzas tradicionales no pueden resolver qué le importa al conjunto”. “Cuando la política se olvida de la palabra conjunto, y avanza con su propia identidad, construye una agenda hegemónica”, agregó.
Además, planteó críticas al modelo de frentes electorales que han reemplazado a los partidos históricos: “Las entidades partidarias fracasan porque no saben qué hacer con las tensiones internas”.
Por último, propuso la necesidad de un nuevo paradigma político, y dijo que “tenemos que generar una agenda transversal que abrace a todos. Hay temas que no debemos soltar; eso es lo que verdaderamente tenemos que hacer los políticos”.
“Hay entidades que nosotros tenemos que identificar como agotadas. Para mirar el futuro tenemos que dar más, y eso parte de una base de frustración. No veo a nuestro país feliz, y no veo en el corto plazo que se esté pensando en volver a trabajar para sanar. No creo que nuestra enfermedad sea tan letal como para disolvernos como nación”, concluyó.
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