A menos de tres semanas de las elecciones provinciales en Buenos Aires, empiezan a perfilarse escenarios seccionales y se reavivan discusiones internas en el oficialismo, en medio de un panorama que anticipa baja participación ciudadana.
En el peronismo surgieron cuestionamientos a la candidatura de Verónica Magario, señalada como testimonial, ya que el peso de la lista recaería en dirigentes como Facundo Tignanelli. Algo similar ocurre en la Primera Sección electoral, donde también se anotaron candidaturas testimoniales, en un esquema que reaviva tensiones y reproches puertas adentro.
Desde la Casa de Gobierno circulan evaluaciones seccionales que, aunque deben tomarse con precaución en el trazamiento de escenarios.
En la Tercera sección, el oficialismo asegura una victoria amplia del peronismo, aunque desde otros espacios advierten que esos mensajes buscan evitar que el electorado propio se desmovilice.
Para la Primera sección: el peronismo aparece unos puntos por debajo de La Libertad Avanza. En tanto, Segunda y Cuarta sección: se habla de un escenario de tercios, con fuerte presencia de espacios locales. En el que se destaca la irrupción de Somos Buenos Aires.
Mientras que quinta, Sexta y Séptima sección: el peronismo se vería en desventaja. La Octava sección (La Plata): el panorama es más competitivo, con chances de empate técnico entre oficialismo y oposición.
La incógnita de la participación
Al panorama territorial se suma una preocupación central: el bajo nivel de concurrencia esperado en las urnas. Según estimaciones oficiales, entre el 52% y el 58% del padrón participaría de las elecciones, en línea con lo sucedido en otros comicios provinciales desdoblados.
El dato golpea especialmente en el electorado de adultos mayores, ya que muchos de los mayores de 70 años, eximidos de la obligación de votar, anticipan que no concurrirán.
Por último se detalló que el operativo contará con la participación de 6.000 efectivos de las Fuerzas Federales y 9.775 agentes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
De los federales, 5.374 estarán destinados a la custodia de las escuelas y otros 2.600 a tareas complementarias y de supervisión en el territorio. A ellos se sumarán los efectivos provinciales que también se distribuirán entre los establecimientos educativos y los distintos operativos de control.