En las últimas jornadas se confirmó que el Tesoro Nacional salió a vender dólares en el mercado, interviniendo en la cotización dentro de la banda cambiaria. El monto alcanzó los 100 millones de dólares, lo que permitió una baja transitoria en el valor de la divisa, aunque abrió un fuerte debate sobre la sostenibilidad del esquema.
La medida no pasó desapercibida porque, en la teoría, es el Banco Central el organismo encargado de intervenir cuando el tipo de cambio se acerca al techo de la banda. En este caso, la operación fue ejecutada por el Tesoro, lo que implica una alteración de las reglas previamente anunciadas por el propio gobierno, que había prometido no realizar este tipo de maniobras.
El escenario cambiario muestra tensiones crecientes: el dólar oficial cerró en torno a los 1.375 pesos, mientras que el blue bajó a 1.360, quedando incluso más barato que las cotizaciones financieras como el contado con liquidación y el MEP.
La estrategia oficial apunta a mantener el dólar lo más estable posible de cara a las elecciones, aunque los analistas advierten que esto se logra a costa de un uso intensivo de reservas y de un endurecimiento de la política monetaria. Actualmente, las tasas de interés se ubican en torno al 80% y los bancos afrontan mayores exigencias de encajes, lo que refleja un esquema de fuerte restricción.
En paralelo, los bonos argentinos sufrieron caídas de entre 5% y 6% en la última rueda, lo que elevó el riesgo país hasta el rango de los 900 a 1.000 puntos. El dato reaviva dudas sobre la capacidad del gobierno para cumplir con los compromisos externos y sostener simultáneamente la demanda de dólares para turismo, pagos de deuda y control del mercado cambiario.
La falta de acumulación de reservas en meses previos dejó al Ejecutivo con un margen muy limitado. En consecuencia, el ingreso de dólares de organismos internacionales es utilizado casi de inmediato para cubrir distintos frentes, lo que pone en evidencia la fragilidad del esquema.
La coyuntura se combina con el clima electoral; la estabilidad cambiaria aparece como un objetivo central para atravesar los comicios, pero los especialistas advierten que un programa económico basado en el cortoplacismo puede volverse insostenible, aún si el oficialismo logra un buen resultado en las urnas.
El panorama hacia la próxima semana estará atravesado tanto por los resultados electorales como por la evolución del mercado cambiario, en un contexto de marcada incertidumbre política y financiera.
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