Este 26 de septiembre se celebra el Día del Empleado de Comercio, una fecha que reconoce la labor cotidiana de quienes sostienen la atención, las ventas y la cercanía con los clientes en cada barrio. En Berisso, distintos trabajadores compartieron cómo viven su día a día, entre los desafíos de la economía y las satisfacciones de la tarea.
“Lo difícil es al momento de atender al cliente, poder conseguir lo que está buscando. Pero a la vez es bueno porque eso te genera un desafío. Cuando lo logramos y el cliente se va con una sonrisa, esa comodidad es lo que buscamos básicamente”, comentó un empleado de una zapatería.
Desde su experiencia, Claudia (verdulería) señaló el impacto de la situación económica en las ventas: “Está siendo un poco difícil, pero bueno, remándola hasta que se acomode todo un poco. En comercio siempre es el día a día. Yo también recorté consumo en mi casa, como todos: lo que antes gastaba, ahora lo mido. Se busca lo más económico y los gustos se dejan para después”.
Por su parte, Nicolás Cardoso (kiosco) contó que la jornada laboral sigue a pesar de la fecha especial: “De tres de la tarde a once le pego. Ahora está tranqui, más que nada a la noche se mueve. Si la tormenta deja, capaz que festejamos con los compañeros”.
Fernando (heladería), en tanto, se mostró optimista: “Por ahora muy tranquilo, gracias a Dios. Ojalá que podamos festejar el fin de semana. Que todos los comerciantes aprovechen su día de la mejor manera posible”.
Más allá de las dificultades, en cada palabra aparece el mismo espíritu, la fuerza de seguir adelante, el orgullo por el oficio y la esperanza de que lleguen tiempos mejores.