Las ventas por el Día de la Madre cayeron un 3,5% interanual y acumulan cuatro años consecutivos en baja. Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa alertan por el cierre de locales, la pérdida de empleo y la falta de medidas de estímulo al consumo.
“Estamos complicados”, así definió Salvador Femenía, vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el presente del comercio pyme en el país. En diálogo con FM TresCiudades, el dirigente explicó que las ventas por el Día de la Madre registraron una caída interanual del 3,5%, consolidando el cuarto año consecutivo en baja para una de las fechas más importantes del calendario comercial.
“El comercio pyme viene mal hace varios años. Más allá de las promociones, las billeteras virtuales y los descuentos, nada alcanzó para revertir la situación. Llevamos cinco meses seguidos de caída”, señaló.
Según CAME, el panorama se agrava por la apertura de importaciones y la retracción del consumo interno, en un contexto de alta inflación, pérdida del poder adquisitivo y escasa previsibilidad económica. “En los últimos dos años cerraron unas 15.000 pymes y, si miramos la última década, el número supera las 50.000”, detalló.
En este contexto uno de los sectores más afectados es el textil, históricamente sensible a los vaivenes económicos. “La ropa siempre fue cara en la Argentina, pero ahora, con la competencia extranjera y las plataformas que venden directamente al país, es imposible competir”, advirtió el dirigente.
También apuntó contra la informalidad y la falta de control sobre las importaciones: “Hoy entran containers con ropa de todo tipo, muchas veces sin saber su calidad. Pero ante la necesidad, la gente opta por lo más barato. Si tenés que vestir a cuatro chicos, buscás cómo estirar la plata”.
Por otro lado, cuestionó el rumbo del Gobierno nacional, al considerar que las medidas tomadas “no fueron las adecuadas”. “Nosotros planteamos que antes de abrir las importaciones hay que lograr eficiencia. No se puede abrir y después tratar de ser eficientes. Muchas empresas no van a llegar a tiempo”, remarcó.
Si bien reconoció que existe diálogo con la Secretaría de Comercio, indicó que “las decisiones políticas se toman en otro nivel” y que no se han implementado incentivos para sostener a las pequeñas y medianas empresas.
En relación a las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre una posible reforma laboral, Femenía se mostró cauto: “Por ahora son sólo anuncios; nosotros creemos que cualquier cambio debe discutirse con los sectores involucrados. Las contribuciones patronales son muy altas, y eso impide competir”.
Además, defendió la necesidad de una reforma tributaria integral que mejore la recaudación sin asfixiar al sector productivo: “No se trata de bajar impuestos, sino de tener impuestos más eficientes. Hay costos estructurales, como la logística o los aportes, que las pymes no pueden manejar solas”.
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