Este miércoles se cumplen 20 años de la partida del Padre Carlos Cajade, aquel cura que cambió para siempre la forma de mirar y abrazar a las infancias en situación de vulnerabilidad. El hombre que, desde una casa en 643 entre 12 y 13, en La Plata, fundó un hogar y una obra que trascendieron su nombre, el Hogar Padre Cajade.
En el lugar donde cientos de chicos encontraron contención y un horizonte nuevo, hoy se celebrará una misa en su memoria, presidida por el arzobispo de La Plata, monseñor Jorge Carrara. “Ya lo sentimos parte del hogar”, dijo Lucho, uno de los tantos jóvenes que pasó su adolescencia en ese espacio y que hoy continúa vinculado a la obra.
“Yo llegué al hogar a los 15 años, después de haber pasado por institutos de menores y comunidades terapéuticas. Venía con la idea de escaparme, como siempre, pero cuando crucé la tranquera y sentí el aroma al eucalipto me quedé. El amor que había ahí adentro era distinto, no era chamuyo”, recordó Lucho, que hoy tiene 36 años y todavía vive cerca del predio.
Cajade fue para muchos chicos de la calle o sin hogar una figura paterna y un ejemplo de compromiso. Su mirada sobre la niñez fue profundamente transformadora; los pibes no eran “casos” ni “problemas sociales”, sino personas con derecho a ser amadas, acompañadas, educadas. “Nos enseñó que la ternura también es una forma de militancia”, repiten quienes lo conocieron.
Lucho estaba en el hogar cuando Cajade murió, en octubre de 2005. “Fuimos a despedirlo a la clínica, nos saludó desde la ventana, esa imagen no se me borra más”, comentó con la voz entrecortada. Tras su partida, la obra atravesó momentos difíciles; de hecho “fueron años de acefalía y no sabíamos si íbamos a poder sostener todo. Pero de a poco nos reorganizamos, con Lidia Cantero al frente, que está en el hogar desde los 4 años; hoy seguimos adelante, con el mismo espíritu que él nos dejó”.
El reconocimiento al legado de Cajade se sigue multiplicando. La semana pasada, el Concejo Deliberante de La Plata aprobó por unanimidad denominar Rotonda Padre Carlos Cajade al espacio ubicado en 7 y 90, gracias a una iniciativa de la delegada de Villa Elvira, Eli González, y a la insistencia de los propios egresados del hogar. “Esa rotonda tiene una cruz enorme y el busto de Carlitos, pero no tenía su nombre. Ahora lo tiene. Es una forma de mantener viva su presencia en el barrio”, celebró el entrevistado.
El próximo 2 de noviembre, el hogar volverá a abrir sus puertas con una jornada solidaria y musical. Habrá exhibición de autos y motos clásicas, feria, juegos y recitales de bandas locales como Perras de Presa, Power Blue, Talco Rock, Tres Bastos, Che Especia y Rompe Martillo, entre otras.
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