El móvil de Cueste lo que Cueste llegó hasta la esquina de 26 y 169, en la ciudad de Berisso, donde un pozo de grandes dimensiones afecta desde hace tiempo la circulación vehicular y genera preocupación entre los vecinos.
El hundimiento se originó tras un arreglo mal realizado en los pluviales, situación que se mantiene sin una solución definitiva desde hace al menos dos años.
“Este pozo se generó cuando arreglaron los desagües, lo taparon mal y con el tiempo se fue rompiendo. Ayer vinieron a cortar el asfalto, así que supongo que ahora lo van a arreglar”, señaló Juan, vecino del lugar que vive justo frente al bache.
La problemática no es aislada: a pocos metros, en 26 y 166, otro pozo también genera preocupación. La zona es muy transitada, especialmente por su cercanía a la Escuela Nº17 y la Escuela Nº5. “Es una zona recontra transitada. Entre tener los pluviales tapados y el pozo, prefiero el pozo, porque antes, cada vez que llovían dos gotas, el agua llegaba hasta la puerta de mi casa”, explicó el frentista.
Aunque muchos residentes ya se acostumbraron a esquivar el hundimiento, advierten sobre el peligro para quienes no conocen la calle. “De noche es profundo, y más de uno deja el tren delantero ahí. Escucho los golpes desde mi casa”, afirmó.
Según los testimonios recopilados, el pozo se formó en el cruce entre una boca de tormenta y el desagüe maestro, tras una reparación que no fue terminada correctamente. Pese a los reclamos y a la circulación de imágenes en redes sociales, la obra continúa pendiente y los vecinos exigen una solución definitiva para evitar accidentes y mejorar la circulación en el lugar.