Como anfitrión del encuentro que tendrá lugar en la tradicional esquina de calle Nueva York y Marsella, el artista se suma a una experiencia distinta, lejos de las luces del teatro comercial.
Una etapa nueva como la que vive en su vida persona donde, desde hace 6 meses, observa el panorama desde la platea. “Tengo la posibilidad de ver otras cosas y emocionarme con otras movidas; estoy más sensible, haciendo actividades que me llenan el corazón”, expresó. Por eso, llegar al KM0 “me da un poco de melancolía, angustia, me revitaliza para la lucha”.
En el plano político se mantiene a la espera de “lo que van a hacer nuestros dirigentes. El peronismo se volvió ajedrecista, ahora son todos pensantes con ‘el arte de lo posible’”. Y a la par está el ejercicio de olvidar el pasado “lo que hace que uno vaya perdiendo la memoria”.
Sobre el final, dirigiéndose a los oyentes abrió su invitación donde prometió buenos momentos con risas e historias “que no quedaron grabadas”, sin mensajes panfletarios.
Dónde estamos
Cabo verde y la Merced,
Ensenada, Buenos Aires (1925)