El avance del agro negocio no se detiene en Santiago del Estero y ha brindado otra muestra de violencia extrema, con políticas que apoyan el corrimiento de la frontera agropecuaria sobre campesinos y pueblos indígenas.
Desde el Departamento de Figueroa, la referente de Trabajadores de la Tierra, Angélica Serrano, comentó que “la situación de la comunidad indígena es de vieja data; la misma viene siendo atropellada por empleados de una empresa (alemana). Se vienen realizando denuncias pero, ante la falta de intervención de la justicia de Santiago del Estado, el pasado 5 de septiembre se produjo un enfrentamiento con los empleados que llegaron y utilizaron armas de fuego en contra de los comuneros”.
La noticia fue planteada “como una muerte en un enfrentamiento vecinal, cuando en realidad no es así, ya que los comuneros intentaron dialogar para que no avancen las topadoras en su territorio”.
“La comunidad originaria tiene relevada una cantidad determinada de territorios donde viven unas doscientas familias que viven del ganado y su producción. Sin embargo, ante éstas situaciones de conflicto el Gobierno hace oídos sordos”, advirtió.
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