El periodista y autor del libro “Hablemos de suicidio”, atravesó los límites de la charla radial relatando la crudeza de una realidad que muchos escuchan pero de la que pocos hablan.
En su rol de notero, Tocho comentó que diariamente iban a cubrir noticias vinculadas al tema. Noticias del día que para la mayoría pasaban al archivo tras el impacto momentáneo.
Sin embargo, hubo un caso que llamó su atención y el de su compañera Marcela Ojeda, el de la joven Lara, una alumna del Colegio Nacional de La Plata que el día anterior dijo lo que iba a hacer, el horario, y consumó el hecho dentro del aula. “Algo que nos marcó por el lugar donde fue, que tiene un prestigio. Y ahí nos preguntamos que si esto se daba ahí no nos queríamos imaginar qué pasaría en los barrios. El diagnóstico no fue desacertado”, recordó.
Sobre el inicio de la investigación sólo contaban con datos perdidos, sueltos, “porque no había organismos que los centralicen, no sólo de suicidios consumados, sino tentativas, lesiones, entre otros”.
Hoy, con un trabajo que llevó años pero con mucho por descubrir, consideró que “abordar el suicidio tiene que ser una prioridad, porque en Argentina se suicida una persona cada 3 horas. La violencia de género es atendible, pero hay prioridades”.
“Entiendo que se tienen que sentar las partes, pero los números son los que mandan y si no se trata se va a seguir informando mal, las campañas no serán de utilidad”, recalcó.