En la apertura de “Ribera Paraíso”, Mariano Vicente compartió su reflexión acerca de la importancia de los humedales, en contaposición al negocio inmobiliario sin límites y el cambio climático cuyos únicos responsables son los seres humanos.
Hola Berisso, hola Ensenada, buenas tardes La Plata. Así como están ustedes estamos nosotros, con impotencia, angustia y también con mucha bronca.
Con una programación especial consecuencia de la emergencia lo más importante ahora es estar atentos a que este meteoro nos deje estar en paz.
Lo único real es el cambio climático que hemos generado los seres humanos y quiero decir, con toda la bondad del mundo, que si continúan con el negocio inmobiliario nos van a matar a todos.
Que la ley de humedales es urgente, más que cualquier otra que quieran sancionar, y acá la naturaleza nos está diciendo no se puede más.
Berisso es una esponja que tiene que absorber todo y si la sacamos el agua nos arrasa. No queremos un Nordelta en Los Talas. Es nuestro monte y nuestras playas, no por un hecho turístico, sino porque lo necesitamos para vivir; y todo esto es lo que nos salva cuando suceden fenómenos como éste, que cada vez suceden más a menudo.
Si no exigimos como ciudadanos los políticos no nos van a dar bola. La Plata, con esos enormes edificios, no da más abasto, sumado a los gestos de todos los días, como tirar una botella en la calle.
Generalmente quien tiene dinero no se preocupa; y todo esto ocurre con la bronca que tenemos hoy en una situación desesperante, cada quien tratando de cuidar a su familia.
Si no podemos cambiar el rumbo de las fábricas sí podemos cambiar el rumbo de nuestra pequeña aldea; cuidemos lo nuestro.
Sumemonos a esos locos y locas que defienden el humedal y el canal Génova, porque de lo contrario seguir así es tirarse un tiro en el pie.
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