El periodista de investigación especializado en temas policiales, Ricardo Ragendorfer, explicó de qué trata la nueva SIDE proyectada desde el gobierno nacional, con figuras de ayer que se repiten en el hoy cumpliendo un rol poco solvente.
En principio señaló que es “sólo un cambio de nombre o un regreso al viejo nombre que tuvo el principal servicio de inteligencia del país hasta que fue rebautizado como Agencia Federal de Investigaciones”. En este sentido, en lo que va de la gestión de Javier Milei “la AFI no tuvo un papel descollante sino todo lo contrario, porque el gobierno tuvo ese gran traspié al obligarse de prescindir de los servicios de Nicolás Posse”.
A partir de allí, se dio la renuncia del primer jefe de la AFI en la época mileísta, Silvestre Sívori, reemplazado por Sergio Niffler “que carece de experiencia en el rubro de la inteligencia”. Y en la sobra, se dio el regreso del agente secreto Horacio Stiuso que “por ser conocido y a su vez un agente secreto su rol tiene un contrasentido”.
Ante la pregunta de si los servicios de inteligencia son importantes para el país planteó: “En la medida de que un servicio es eficiente o inteligente sirve para recabar datos sobre alguna hipótesis de guerra, conflicto o catastro. En otros países son organismos que están compuestos por buchones con credencial, esta es más o menos la historia de la SIDE en Argentina, que es el organismo más lumpen del Estado”. Un claro ejemplo fue la información que este servicio nucleaba del Plan Cóndor en la época de la Dictadura.
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