Esta mañana en “Cueste lo que Cueste” dialogamos con la trabajadora municipal, Cecilia Armendi, quien relató el ataque que sufrió por parte de un profesional de salud. El hecho ocurrió el pasado 28 de mayo mientras realizaba un control de alcoholemia en la intersecciones de 165 y 16.
Tras asistir a un apoyo policial Armendi recibió un cabezazo y una trompada brutal por parte del profesional. “Salió a correr, estaba totalmente sacado, irritable, fastidioso, no quería estar, trataba mal a la polícia”, comentó sobre el sujeto a quien el test le dio positivo.
A semanas de lo ocurrido, la trabajadora señaló que en este tipo de labores siempre se corren riesgos y en lo personal confirmó que “la denuncia sigue adelante, ya que la fiscalía pidió que se eleve a juicio oral; por lo cual, está encaminado”.
En referencia a las medidas que se tomaron después del episodio, dijo: “No tuve ningún acompañamiento, a la situación la pasaron por el seguro de la ART que deja mucho que desear. Los únicos que estuvieron fueron mis compañeros”.
“Cuando me dieron el alta explico dije que no iba a volver a trabajar, no estoy bien”, subrayó, “y me pongo peor cuando entiendo que tengo que volver a trabajar, porque me da miedo”.
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