Llegó el miércoles a Rivera Paraíso y, como es habitué, en Ribera Paraíso se dio lugar a la columna de la profe Mariel Zabiuk quien continuó con la seguidilla de los corsarios que eligieron luchas por las provincias unidas.
A modo de recordatorio, mencionó que los elegidos fueron: Azopardo, relacionado con la primera flota encargada por la Primera Junta de Gobierno y comienzo de la Armada Argentina; Tomás Taylor, de origen estadounidense; y Antonio Toll, con la bandera argentina llegando por primera vez a las costas del Océano Índico, siendo el primer corsario que navegó por las cosas africanas.
En esta ocasión, le llegó el turno a Hipólito Bouchard que llevó a la bandera a dar la vuelta al mundo, el cual “merecería una trilogía por sus episodios aventureros”.
Lo llamativo de este corsario fue que ni siquiera nació con ese nombre, ya que el de bautismo fue Andre Paul. Su final fue en Perú a los 56 años, dejando un interesante legado.
Cuando se creó la flota de Azopardo fue nombrado como comandante, como integrante de la flota, y tuvo su bautismo de fuego en la batalla de San Nicolás de los Arroyos.
Entrando en el terreno de lo que “no está documentado”, Zabiuk describió el paso de la bandera argentina por las costas, dejando en claro que se trabaja de un buque de las naciones unidas al servicio de la independencia y en contra de los realistas, dedicados a capturar barcos españoles.
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