En el Día de la Lealtad Peronista, el gobernador Axel Kicillof fue el principal vocero de un acto multitudinario. El escenario emplazado en la esquina de Montevideo y la Portada de la ciudad de Berisso representó no sólo la unidad de los intendentes de la región, referentes políticos, militantes y vecinos con el gobierno bonaerense, sino un simbolismo que nos lleva al primer 17 de octubre, y el KM0 del peronismo.
Su discurso, estuvo cargado de frases que hacen un repaso por nuestra historia como país, la historia del movimiento, y las diferencias con el actual gobierno nacional. En este sentido, comentó que “durante los 50 años que siguieron a la muerte de Perón, tuvo el movimiento páginas más felices y peores. Pero en este siglo XXI fueron Néstor y Cristina los que le devolvieron al peronismo esa fuerza transformadora, esa que nación con Perón y Evita, y se hizo dándole protagonismo a las masas populares, llevando en alto nuestros principios y demostrando que si la libertad avanza es solo cuando de la mano de la igualdad y de la justicia social. Sino, la única libertad que avanza es la de los ricos, millonarios y privilegiados”.
“Hoy entregamos una vivienda a una familia. El padre hace 34 años trabaja en la Policía. Esos son nuestros sarmientos: los laburantes. Su esposa, Silvia, es enfermera y su hija, Martina, está estudiando en una escuela técnica y quiere ser licenciada en Química de la universidad pública, gratuita y de calidad. En otros países la educación y salud no son públicas, ni gratuitas. Quieren destruir esas posibilidades y privar a millones de argentinos que necesitan de un Estado presente para desarrollar su vida”, indicó.
El otro ejemplo fue su arribo a un parque industrial: “El que lo dirige nos contó que cayeron las ventas 40%. En poquito tiempo están destruyendo la capacidad industrial. Por eso, me preguntaba cómo conmemorar el 17 de octubre: pateando la provincia, inaugurando obras y escuchando a nuestra gente”.
“El proyecto de Milei nada que ver tiene con lo que vendía en la campaña. En un tuit hoy dijo que ‘ajustó a la casta’ y lo graficó con un cuadrito, donde demostró que pulverizó a las provincias con la caída de las transferencias. ‘¿Ven cómo perjudiqué a la casta?’, dice él. Recortaron fondos para el transporte, el fondo de incentivo docente, el fondo de seguridad para sostener salarios y comprar patrulleros. En estos años compramos 5.200 patrulleros, aumentamos la cantidad de agentes, compramos chalecos. Pero si tienen reclamos, vayan a decirle a Milei que le devuelva al pueblo los fondos para jubilaciones, transporte, seguridad y maestros”, planteó.

Dicho esto, no tardó en compartir datos estadísticos para fundamentar su rechazo a la política libertaria: “Pasaron 10 meses: ajustó 30% del presupuesto total de la Argentina. Ajustó 36% a los jubilados y jubiladas. Le bajó un 23% a la obra pública. Le bajó un 8% a las provincias e hizo un tarifazo. Hay que definir qué es la casta. Basta de mentir, la casta no es el pueblo. Si queres perjudicar a la casta, fíjate en la Casa Rosada, tus socios, tus amigos. Basta de joder al pueblo, a los jubilados, a los laburantes, a los empresarios. También dijo que el sacrificio iba a ser para todos. Cada vez que gobierna la derecha hablan de brotes verdes, segundo semestre, cruzar el desierto y llegar a la tierra prometida. Siempre el mismo verso. Hoy hay ganadores en el modelo: son los de la timba financiera. Es un negociado de Milei fijando la devaluación en 2% y la tasa de interés en 4%. El dólar no sube, de forma tal que entran dólares y se lleva la ganancia del 26%. Esto es un esquema Ponzi de afano y choreo al pueblo argentino. Se están forrando, los dólares entran del blanqueo, del colchón y van a la timba. Esto ya se hizo, se parece a la tablita de (Jozé Alfredo) Martínez de Hoz. Es el mismo ministro de Economía de Mauricio Macri. Timba y saqueo de recursos”.
“El pueblo está sufriendo, la patria está en peligro. Es una época en la que hay que estar con brazos abiertos, tenemos que escuchar a los que están siendo dañados, los chicos y chicas, los universitarios, los pequeños y medianos empresarios, los trabajadores. Escuchemos, seamos modestos. No estamos para dar clases, sino para entender y nosotros para representar desde cerca, con el corazón abierto y con generosidad. Que nadie busque palabritas porque si algo quiere la derecha es vernos divididos. Nunca me van a ver buscando divisiones”, determinó.
“Sabemos qué hacer para que millones de argentinos dejen de alimentarse como hacen hoy, una vez por día. Tenemos los alimentos, la energía que busca el mundo y una universidad con ciencia y tecnología, laburantes preparados. Sabemos sin falsas antinomias cómo articular los intereses de la industria y el campo, de los trabajadores y los empresarios. Nos dicen que queremos todo estatal y que se necesita todo, absolutamente todo, desde el mercado. Entiendan de una vez al peronismo: trabajadores, estado y empresarios son las tres patas con las que se construye un país. No inventen más fantasmas. Mientras Milei resta, nosotros sumamos. Mientras mienten, nosotros les contamos de qué trata esto con la verdad. Ellos hacen negocio con el Estado, nosotros servimos a la sociedad. Ellos rompen, nosotros tendemos puentes con los intendentes, con demás partidos, con otros gobernadores, con los países de la región, con el Papa Francisco. Mientras Milei recorta y quita cosas, la provincia acompaña, sustituye y compensa cuando puede”, recalcó.
Sobre el final, manifestó que “es un Estado desertor. No es abandono, desertan. No es optativo. No tiene que ver con la ideología del que ocasionalmente ocupa el sillón de Rivadavia. Tenemos 23 provincias y la Ciudad, pero hay un gobierno nacional al que le damos buena parte de lo que las provincias producen. Cedemos recursos para que vuelvan en forma de mejor salud, educación, infraestructura. No funciona así. Es un desertor porque no cumple con sus obligaciones. No lo digo yo, lo señala la Constitución por la que juramos al asumir. Poe eso nos quieren minar la posibilidad de pensar una alternativa, pero las reacciones de las mujeres, de los organismos de derechos humanos, las organizaciones de jubilados, las movilizaciones históricas de estudiantes, laburantes docentes y no docentes demuestran que hay esperanza, que el pueblo está vivo y se defiende, aunque no lo escuchen. En el pueblo están las lecciones que hay que aprender: al futuro no lo vamos a escribir sólo los dirigentes, lo tiene que escribir el pueblo en la calle. Por eso acompañamos cada manifestación, debatiendo y defendiendo los derechos. Lo que está en juego es la patria. Es hora de comprometerse con la patria y la patria no se vende”.
